Dallas

A dos días de que venza el plazo que un juez dio al gobierno de Estados Unidos para reunir a padres e hijos migrantes que fueron separados en abril y mayo pasados tras cruzar la frontera, las autoridades sólo han realizado una tercera parte de las reunificaciones.

El gobierno del presidente Donald Trump y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), no pudieron ponerse de acuerdo este martes sobre el tiempo que necesita un migrante para decidir si solicita asilo tras ser separado y luego reunirlo con sus hijos en la frontera con México, dijo el Departamento de Justicia.

En un desglose de datos el Departamento de Justicia reveló que hasta el lunes, un total de 879 menores entre cinco y 17 años fueron devueltos a sus padres tras ser separados en la frontera, y quedan pendientes cerca de mil 700 niños.

El Departamento de Justicia informó que de los mil 700 casos pendientes de reunificación, hasta la víspera el proceso en 538 casos fue autorizado al haberse certificado la relación de parentesco y establecerse que no existen irregularidades como antecedentes penales, lo que significa que es probable que se reúnan.

Mil padres esperan que les devuelvan a sus hijos

Aun así, más de mil padres todavía esperan que les devuelvan a sus hijos. En 260 de esos casos, la reunión está pendiente debido a que se requieren evaluaciones adicionales para establecer con certeza el parentesco y la no existencia de antecedentes penales. Otros 917 casos han sido clasificados por las autoridades como inelegibles para la reunificación o probablemente no factibles en función de una serie de factores, como los antecedentes penales de los padres o la necesidad de evaluación adicional.

En 463 asuntos, los padres no están en Estados Unidos, lo que sugiere que podrían haber sido deportados, en otros 64, los padres cuentan con antecedentes delictivos, en 130 más, los progenitores han renunciado a la reunificación. En otros 217 casos, el proceso no podría cumplirse en el plazo, pues los padres migrantes fueron dejados en libertad dentro de Estados Unidos, lo que dificultaría su localización.