La Nave de los Niños
n día no lejano las jaulas de Donald Trump para menores migrantes bien podrían llegar a convertirse en naves espaciales para enviar niños fuera del planeta hacia una aventura sin retorno…
Porque el flujo migracional continuará si el capitalismo sigue en su afán de concentrar la riqueza y multiplicar la pobreza al sur del planeta.
Como se hizo en la Edad Media con los leprosos y también en el Renacimiento con las naves de los locos
, la exclusión de los incurables se vuelve reacción social casi indefectible…Y ser niño pobre es quizá –a ojos de los poderosos– una enfermedad incurable, aunque otro sea su origen: el capitalismo, el verdadero siniestro trastorno que ha padecido la humanidad y que ya parece enfermedad terminal para la especie humana.
Entierro, encierro o destierro
son desde hace mucho tiempo las opciones para la disidencia en México, pero nunca se calculó que la infancia llegaría a ser, por sus números y su estado de miseria, una disidencia en sí.
Adiós al DIF: ¡Enhorabuena¡
En los años saludables del PRI se crearon instituciones y programas valiosos para la gente. Lo mejor que se hizo por los niños fue el INPI, Instituto Nacional de Protección a la Infancia que, aún sin decirlo, significó pensar en ellos como sujetos de derechos. El INPI se creó en el gobierno de Adolfo López Mateos por idea y voluntad de su esposa, la culta y sensible maestra doña Eva Sámano Bishop, quien recibió reconocimientos intenacionales por el diseño y las acciones de ese instituto. El siguiente gobierno, de Díaz Ordaz, cambió el concepto de protección por el de asistencia y el INPI cambió a IMAN, Instituto Mexicano de Asistencia a la Niñez (todavía nos queda una avenida con ese nombre) que ya con López Portillo se volvió el Sistema DIF y ocultó al niño entre los muros de la familia, lo que hizo perder su visibilidad como sujeto de derechos. Desde 1990 he venido señalando públicamente sus perversiones. Enhorabuena que AMLO acabe con el DIF, que tanto dio a las primeras damas y tan poco a los niños. Pero por la grave situación de nuestra infancia y su importancia para el futuro, esperábamos algo más comprometido que integrarlo a la Ssa: una institución especializada en proteger y garantizar todos sus derechos.
