Buenos Aires

Bajo la lluvia y el intenso frío, miles de manifestantes de organizaciones sociales, gremiales y políticas se reunieron ayer frente al banco central en rechazo a la llegada de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y contra el acuerdo firmado entre ese organismo y el gobierno del presidente Mauricio Macri, el cual agudizó la crisis que vive el país.

Macri ha calificado de tormenta la situación actual, aunque en sus apariciones públicas de días recientes dejó la sensación de que se refería a otro país, como señalan la mayor parte de los analistas locales, a lo cual se añade el escándalo político por la existencia de cientos de aportantes falsos a las campañas electorales de la alianza oficialista Cambiemos en las elecciones de 2015 y 2017.

Por ello serán juzgadas no únicamente personas que eran subsidiadas por la extrema pobreza en que viven, sino también sindicalistas, empleados judiciales y otros, cuyos nombres figuran como aportantes a la campaña de Cambiemos con cifras que van de 20 mil, 50 mil y hasta 100 mil pesos.

Ellos, se ha informado, no sabían que habían sido utilizados para esa estafa, ya bajo investigación, que implica a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, a esta capital y al resto del país.

En la conferencia de prensa que ofreció Mauricio Macri el jueves anterior, el mandatario enfrentó preguntas sobre esos aportes falsos, horas después de que la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, anunció la remoción de la contadora general de su gobernación, María Fernanda Inza, quien fue tesorera de la campaña electoral de Cambiemos.