Martes 17 de julio de 2018, p. a10
Zagreb
Croacia no pudo ganar el campeonato en Rusia 2018, pero hizo historia. El joven país balcánico superó lo que la generación de hace dos décadas consiguió en Francia 1998 y eso fue suficiente para que los aficionados recibieran a su selección como a un grupo de héroes.
La ciudad, vestida de rojo y blanco, no perdió la euforia vivida en días pasados, cuando el equipo de Luka Modric e Ivan Perisic se ganó el cariño del mundo al quedar como subcampeón.
Más de medio millón de personas –10 o 15 por ciento de la población– salió a las calles de Zagreb para festejar a su escuadra.
El autobús que llevó a la selección tardó unas cinco horas desde el aeropuerto hasta la plaza Jelacic, en el centro de la ciudad. Algo nunca antes visto, salvo cuando el Papa ofició una misa en 1994, en un país donde nueve de cada 10 habitantes son católicos.
Ni el general Ante Gotovina, considerado un héroe de la guerra de la independencia contra las fuerzas serbias (1991-1995), reunió tanta gente a su regreso al país en 2012 tras ser absuelto por el Tribunal Penal Internacional de la ex Yugoslavia.
Jugamos en Rusia por todos ustedes. Por toda Croacia. Por todos los croatas de Bosnia-Herzegovina, de la diáspora, así como por nuestros veteranos
, dijo el técnico Zlatko Dalic.