Los ingresos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) seguirán al alza. No hay razón para que se modifique la tendencia de los cinco años recientes de crecimiento del empleo, la afiliación y un mejor gasto del dinero. Está más que comprobado que con eso alcanza para dar servicios de calidad, ampliar la infraestructura, pagar el régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del organismo durante los próximos 14 años, e incluso reponer las reservas que en 2013 se agotaron, afirmó Tuffic Miguel Ortega, director general del organismo.

La clave está en no gastar más de lo que ingresa, resume el funcionario, para explicar cómo es que pudo anunciar que la viabilidad financiera del instituto está asegurada hasta 2030, cuando apenas el año pasado se había fijado 2020 como plazo.

En entrevista con motivo del reciente Informe sobre la situación financiera del IMSS 2017-2018, Miguel Ortega advierte sobre el déficit del seguro de enfermedades y maternidad que actualmente se compensa con los ingresos de otros seguros. Para solventarlo, habría que aumentar la cuota que aportan el gobierno federal los patrones y los trabajadores para que pasara de 12.1 a 15.1 por ciento del salario base de cotización.

Se requieren cambios a la Ley del Seguro Social

Se requiere un cambio a la Ley del Seguro Social, pero corresponde al Congreso de la Unión valorarla y, en su caso, aprobarla. El informe se limita a explicar las causas del déficit, comentó el director.

–¿Cómo se estiró el dinero?

–Es una combinación de mayores ingresos y mejor gasto. Vamos a cerrar 2018 con 30 mil millones de pesos más de cuotas obrero-patronales, respecto de 2017. En el sexenio el alza fue de 120 mil millones de pesos, más de 20 por ciento en términos reales con relación a la administración anterior, cuando los ingresos del Seguro Social crecían sólo 5 por ciento cada año, a pesar de que la inflación fue más baja.  

“Lo otro son muy buenos resultados en el gasto. No es reducción de costos, sino mucho mejor gasto con compras y contrataciones mediante licitaciones públicas. Estas fomentan la competencia entre proveedores que se esfuerzan por dar los mejores precios.

“Las licitaciones pasaron de representar 65 por ciento en 2012 a 76 por ciento en la actualidad. Con la compra consolidada de medicinas ahorramos 10 mil millones de pesos. En la adquisición de equipo están los 12 aceleradores lineales que se licitaron y compramos 500 millones de pesos más barato de lo que habíamos presupuestado.  

Las tiras de VIH/sida (pruebas de detección de la enfermedad) se compraban de manera directa. Con la licitación que recién concluyó el gasto fue de alrededor de 20 millones de pesos más bajo que el año pasado.

–¿El IMSS sigue haciendo compras?

–Sólo las que ya están en curso. Ya no habrá más en esta administración, pero con lo que adquirimos, incluidas 20 mil camas de hospital, si se mantiene el ritmo de compra en cuatro años se renovaría todo el equipo del IMSS.

Superávit de $4 mil millones

Se compraron 70 mastógrafos (para detección de cáncer de mama). Según el mercado valían 91 millones de pesos y el IMSS está firmando contratos por 38 millones de pesos cada uno. De ahí sale el superávit que de manera conservadora se estima en 4 mil millones de pesos en este año. Seguramente en la próxima asamblea general del IMSS, en octubre, se informará un monto mayor.

–¿Para llegar a 2030 habrá que usar de nuevo las reservas financieras?

–No. Con los superávit obtenidos en los tres años recientes se han repuesto. Ya acumulan 50 mil millones de pesos y únicamente se deben utilizar en situación de emergencia, crisis o porque no haya ingresos. Pero éstos no tienen porqué caerse. Si se cobra cada vez mejor (las cuotas obrero patronales) y se mantiene la disciplina en el gasto más controles en las adquisiciones.

–¿Hay otras áreas donde se puede mejorar la forma de gastar?

–Se requieren diagnósticos puntuales pero está, por ejemplo, el servicio de hemodinamia en las unidades médicas de alta especialidad.

“Hay tres maneras de comprar los insumos, en algunos se rentan los equipos y lo que he visto son grandes diferencias en costos. Es probable que en el costo influya la situación particular y ubicación de los hospitales. Hay que ver si sería más barato comprar en el nivel central y de aquí distribuir, o contratar servicios integrales. Ahorrar un peso en cualquier pieza que se compra por millones se convierte en millones de pesos. Este es uno de los retos para la nueva administración: identificar dónde se puede ahorrar.

–¿También alcanza para pagar el régimen de jubilaciones y pensiones?

–Su costo crecerá hasta 2032 y de ahí empezará a bajar. Con las medidas adoptadas alcanza para cumplir esta obligación del IMSS como patrón. En 2018 se erogarán 89 mil millones de pesos y cada año se debe asignar el recurso como parte del presupuesto. Tener buenos ingresos permite pagarlo.

Sugiere elevar cuotas

–El informe financiero señala que hay déficit en el seguro de enfermedades y maternidad y seguirá creciendo, ¿qué se debe entender?

–Por el incremento de enfermedades crónicas de alto costo y el envejecimiento de la población, los ingresos del seguro de enfermedades y maternidad no alcanzan a cubrir las necesidades. Ahora se compensa con más ingresos y excedentes de otros seguros. Para tener equilibrio financiero la cuota debería pasar de 12.1 a 15.1 por ciento del salario base de cotización, pero se requiere que el Congreso apruebe la reforma a la Ley del Seguro Social.

–¿Qué les dice a quienes critican y cuestionan las asociaciones público privadas (APP) para la construcción de cuatro hospitales del IMSS?

–Los superávit obtenidos permitiron planear la construcción de 12 hospitales y 40 unidades de medicina familiar, de los que quedarán pendientes sólo dos nosocomios. Con las APP tendremos otros cuatro hospitales en los siguientes dos años.

“El IMSS no invertirá en la construcción ni equipamiento. A cambio, cubrirá durante los 25 años del contrato el pago de servicios, que incluye los equipos médicos, el mantenimiento de éstos y el inmueble, con la certeza de que en todo momento estarán en óptimas condiciones de funcionamiento.

“En el presupuesto de 2019 se asignarán 390 millones de pesos para el pago de servicios (o renta) por el de Tapachula, Chiapas, que se inaugurará en el segundo semestre, y dos más que abrirán hacia el final de ese año.

Después, cuando ya estén funcionando plenamente, cada uno costará 390 millones de pesos al año. Esto también está incluido en las valuaciones actuariales respecto de la viabilidad del instituto hasta el año 2030. No es deuda, ni privatización de servicios.