Lunes 16 de julio de 2018, p. 8
BRUSELAS. Después de lograr el tercer puesto en el Mundial de Rusia, la selección de Bélgica recibió ayer una cálida bienvenida en su país. El rey Felipe acogió a los Diablos Rojos en el castillo de Laeken, a las afueras de Bruselas, antes de que el equipo partiera en un camión abierto hacia el centro de la ciudad. Allí, en la Grand Place, los futbolistas fueron saludados por más de 8 mil aficionados.