Moscú

Sólo tres hombres se han coronaron campeones como entrenador y jugador en la historia de los Mundiales: el brasileño Mario Zagallo, el alemán Franz Beckenbauer y el francés Didier Deschamps.

Zagallo fue campeón como jugador con Brasil en 1958 y 1962, y como entrenador en 1970. También fue asistente técnico en el título de la canarinha en 1994. Beckenbauer le siguió los pasos al alzar el trofeo como capitán en 1974 y después ser el técnico de la Alemania campeona de 1990. Ahora llegó el turno del hombre nacido hace 49 años en Bayona, en el suroeste de Francia.

Tuve el inmenso placer de levantar el título hace 20 años en Francia, será una marca en mi memoria pero lo que hicieron hoy es tan hermoso como eso, dijo Deschamps, después de ser bañado en agua por varios de sus futbolistas que entraron a gritos y lo empaparon durante la conferencia de prensa.

Son una banda de locos, dijo entre risas Deschamps, y continuó:

Es un orgullo personal pero es secundario, estoy más feliz por mis jugadores, afirmó que a sus dirigidos les tomará tiempo darse cuenta de lo que hicieron hoy.

Asimilaremos esto en los días venideros, pero por el momento no se dan cuenta o dimensionan lo que es ser campeón del mundo, explicó el estratega. “Estos 23 jugadores serán relacionados siempre con este título, esto va a cambiarles la vida.

Quizá ganarán otros títulos, pero ser campeón del mundo cuando eres futbolista... no hay nada por encima de eso, insistió Deschamps, aunque reconoció: No jugamos un gran partido, pero mostramos calidad mental y marcamos cuatro goles.

El delantero Antoine Griezmann, autor de un gol, elogió a la Francia de orígenes múltiples. Durante un momento de la rueda de prensa, se cubrió con una bandera uruguaya que le regaló un periodista, país por el que siente un cariño especial. Pero Francia, y el origen plural de sus jugadores, fue el tema.

Es la Francia que amamos, de orígenes múltiples, dijo al respecto. Estamos unidos, en el mismo equipo, jugadores de orígenes distintos, pero jugamos por la misma camiseta, para nuestro país, damos todo lo que tenemos y es hermoso verlo.

Se le preguntó si ésta era la generación de Griezmann, como hubo otras de Michel Platini o de Zinedine Zidane, el delantero prefirió hablar del colectivo. Ustedes me conocen, para mí siempre va el colectivo primero, dijo. Sé que voy a estar en la historia del futbol francés, nuestros hijos estarán muy orgullosos.

El joven delantero Kylian Mbappé se mostró feliz por el título logrado en Rusia, pero afirmó igualmente que seguirá trabajando para conseguir más objetivos.

Hago mi camino, estoy al principio, jugué como siempre, dijo el extremo. Marcar en una final es siempre particular, trabajé para llegar a momentos como estos.

Mbappé, además, elogió la fortaleza mental de Francia, que no fue el equipo más bello pero sí el más sólido del torneo. En un torneo así no son necesariamente los más bellos o los más grandes los que ganan, sino los que más creen, y nosotros creíamos, explicó.

Después de Pelé, Mbappé es el segundo anotador más joven en una final de Mundial. El brasileño lo hizo en Suecia 1958, por lo que publicó en Twitter este domingo para felicitar al francés. “El segundo adolescente en marcar un gol en una final del Mundial Bienvenido al club, @KMbappe. Es magnífico tener tu compañía”, y agregó: Si Kylian sigue igualando mis récords así, tendré que sacarles el polvo a mis botas nuevamente, agregó Pelé, ganador de tres mundiales (Suecia-58, Chile-62 y México-70), en otro tuit.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, señaló que Les bleus ilusionaron a todo su país.

Han hecho soñar a toda Francia, dijo Macron en el vestuario del estadio Luzhniki, en una transmisión en vivo en la cuenta de Instagram de Paul Pogba. El mandatario estaba acompañado de un ex militar que perdió un brazo y una pierna en el conflicto en Mali, y al que invitó a presenciar la final. Me dijo (el ex militar) que la persona que más admiraba era Didier Deschamps, eso me sentó mal al principio, bromeó Macron. “Y me dijo: cuando vea a los jugadores, dígales que hicieron soñar a un pequeño francés como yo.

Es por eso que quise traerlo, porque quiero que se den cuenta de lo que hacen, concluyó Macron ante los aplausos del vestuario y un abrazo entre Deschamps y el ex militar.