Lunes 16 de julio de 2018, p. a10
Zacatecas, Zac.
Cuatro años después de dar a conocer al mundo, desde La Jornada, al Carretón del Desierto, utopía teatral que se abrió camino para conquistar aplausos, sonrisas y comida entre los habitantes de los desérticos pueblos del altiplano que comparten San Luis Potosí y Zacatecas, los artistas europeos Kasia Sek y Jaime Hevia ofrecen otra primicia cultural: el debut de Capella, la primera compañía infantil de teatro rural en el país.
La semilla germinó, narran los artistas oriundos de Polonia y España, felices de sus andanzas ‘‘entre la rancherada” de México, donde son nómadas culturales.
Durante dos años prepararon, primero de manera informal y luego con clases de iniciación a la música, expresión corporal y oral, lectura dramática, gimnasia y manejo de títeres, a 30 niños de cuarto grado de primaria a primero de secundaria, de nueve a 14 años.
Once niñas y niños, originarios de las comunidades rurales de Sierra Hermosa y Nueva Pastoría, del municipio zacatecano de Villa de Cos, fueron electos para debutar como la compañía Capella, iniciativa respaldada primero por el taller de lectura del artista Juan Manuel de la Rosa y ahora también por el Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, pues la idea es descentralizar la cultura en la entidad.
El pasado 25 de junio, con asesoría y apoyo de sus profesores, los 11 chicos de Capella debutaron en el auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez de la ciudad de Zacatecas. La audiencia: unos 150 escolares de dos primarias y una secundaria rural, en el corazón del semidesierto de Villa de Cos.
Los niños actores escenificaron En la noche brilla tu luz, adaptación de la novela Momo-los hombres de gris, del alemán Michael Ende, además de Lucrecia la graciosa, adaptación del cuento de la poeta polaca Anna Swierszczynska.
Al concluir la función de la opera prima de Capella, Kasia Sek relató a La Jornada cómo surgió la iniciatica. El primer taller de iniciación al teatro, dijo, se impartió en Sierra Hermosa, luego en Nueva Pastoría.
‘‘Los niños –añadió– participaron en cinco talleres intensivos de una semana, en vacaciones, tres horas diarias. Y en periodo de clases los fines de semana, de la mañana a la noche”. Para acudir es necesario saber leer y no abandonar la escuela.
Capella está integrada por Ángela Gutiérrez Eligio, Britney Rubí Cardona Torres, Crisanta Sánchez Ríos, Estrella Guadalupe Gutiérrez Eligio, Julisa Pinales Ramírez, Carolina López Acosta, Daniela González López, Carlos Gámez López, Jesús Eduardo López Rodríguez, Juan Ángel López Gámez y Juan Diego Rocha Alonso.
¿Qué tan difícil es lograr que en el sector rural los padres de familia permitan a sus hijos dedicar tiempo al arte y la cultura? Kasia Sek –graduada en música y artes teatrales por la Universidad de Polonia– responde: ‘‘Sí hay algún problema; no es con el niño, sino con la ignorancia del padre” y, por tanto, se necesita desarrollar ‘‘otro trabajo social.
‘‘Los niños enfrentan muchas trabas. No todos, los 11 que están aquí tienen padres más conscientes y abiertos.”
En los talleres se les induce ‘‘a no tener sentimientos de inferioridad que pudieran transmitirles sus padres, ‘porque soy de rancho’. Más bien mucha dignidad y fuerza, que las tienen y necesitan darse cuenta”.
El cirquero español y chef Jaime Hevia destacó que con interés y estudio los 11 menores montaron las dos obras; incluyen diálogos largos y cierta complejidad, aunque a diferencia de los políticos, dijo, ‘‘no necesitan apuntador”.
Para crear la compañía infantil de teatro comunitario rural Capella, en el altiplano de México, desde principios de año se decidió –siguiendo su tradición ‘‘quijotesca” con El Carretón del Desierto–, construir una pequeña carpa de circo, ‘‘a la que llamamos Capella”.
“¿Por qué Capella? Porque Capella es la estrella más luminosa de una constelación en forma de hexágono, se llama Auriga (‘‘El cochero que surca los cielos”), y es Capella la que une en su entorno a las otras cinco estrellas. Es simbólico, deseamos que este grupo una a las comunidades aledañas a Sierra Hermosa, donde nació el proyecto.”
Hevia dijo que gracias al financiamiento del programa Alas y raíces del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde, se creó Capella.
‘‘Es un proyecto único’’, retomó Kasia. Hay que vivir en el monte, en los ranchos y como hace casi 10 años surgió El Carretón del Desierto, eso permite integrarnos, vivir y trabajar con niños y jóvenes, no con un taller de un día, sino quedarse aquí, profundizar, enseñar y guiar.”