El plan de integrar a los elementos y activos del Estado Mayor Presidencial (EMP) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ya ensombrece a esa guardia que desde 1942 se convirtió en una fuerza de élite con privilegios, encargada de salvaguardar a los mandatarios desde el general Manuel Ávila Camacho. Al concluir la octava Carrera Atlética Molino del Rey organizada por esa guardia militar, el presidente Enrique Peña Nieto dijo ser absolutamente respetuoso de las definiciones del próximo gobierno, no obstante adelantó que no dejará de insistir en proveer de seguridad al próximo jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador.

“He insistido, tuvimos oportunidad de dialogarlo, pero es una definición que él tomará en última instancia. Pero sí he insistido y declarado la conveniencia de que pueda contar con seguridad; creo que es algo importante… y no dejaré de insistir”, expuso.

Ayer en las inmediaciones de la residencia de Los Pinos imperó un ambiente de desánimo, a pesar de que los militares de esa guardia acudieron con todo y familia para celebrar su justa atlética. Los otrora agresivos y autoritarios elementos del EMP, ayer se mostraron amables y condescendientes con los asistentes, los curiosos y reporteros que atendieron el acto.

Ese rostro desconocido del Estado Mayor desconcertó a más de uno. También en la meta instalada a un costado del galerón rescatado de la Batalla del Molino del Rey, las manifestaciones de ánimo languidecieron, a pesar de que algunos de los corredores –en gran número militares– gritaban con los brazos extendidos y alzando la vista, mientras la cruzaban: ¡Estado Mayor Presidencial!

La próxima extinción de EMP, para incorporarse a la estructura de la Sedena, termina con una tradición de claroscuros de 76 años. A noviembre de 2015 –últimos datos aportados al público en la información de la Presidencia de la República– contaba con 2 mil 21 efectivos, de los cuales mil 586 son militares de las tres fuerzas armadas, 52 policías y 383 civiles. Entre los militares 82 por ciento corresponden al Ejército, 9 por ciento a la armada y otro tanto a la Fuerza Aérea. De ellos 12 eran entonces generales o almirantes, 187 jefes o capitanes, 550 oficiales y 836 de tropa o clases y marinería. De acuerdo con el género, 16 por ciento son mujeres y 84 por ciento hombres. Además, cuenta con el apoyo directo de las Unidades de Guardias Presidenciales del Ejército y de la Armada de México que suman 6 mil 26 efectivos.

Reconocimiento

Ayer por la mañana, una vez que terminó de correr 10 kilometros con un tiempo de 53 minutos y 58 segundos, el presidente Peña Nieto reconoció su labor.

Es una institución destacada de nuestras fuerzas armadas a la que he tenido muy cerca, y estoy muy reconocido por toda la labor que ha venido prestando hasta el final de esta administración, apoyando en las labores logísitcas cuando salimos al interior del país, y brindando labores de seguridad. Y ocasión para dejar aquí constancia, reconocimiento y felicitación a todos los integrantes de Estado Mayor Presidencial.

–¿Estaría en contra de que desapareciera?

–Yo no tengo posición, yo soy absolutamente respetuoso de las definiciones que tome cada gobierno, y sobre ellas no tengo ninguna posición que fijar. Cada gobierno está en la libertad, en el marco de la ley, de tomar las definiciones que mejor estime para el país.

–Usted ofreció al candidato ganador, Andrés Manuel López Obrador, la protección del Estado Mayor Presidencial; ¿ha habido respuesta?

–Si bien no ha sido declarado formalmente presidente electo de México, no hay duda, los mexicanos no tenemos duda de que al tratarse más de una formalidad, creo que es inobjetable el triunfo que obtuvo en esta elección y merece la seguridad propicia y necesaria en esta etapa de la transición y una vez que entre en funciones, pero es una decisión que está en él tomar, yo le he ofrecido el apoyo y respaldo a la seguridad que ofrece el Estado Mayor Presidencial en espera de que él tome la determinación.