Desde 2012 superó 50%, como en 1992
Lunes 9 de julio de 2018, p. 11
A pesar de 6 mil 489 programas sociales de los tres niveles de gobierno, el porcentaje de la población con bajos ingresos es prácticamente el mismo de hace 26 años. En 1992, en plenas negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y con el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) en marcha, 53.1 por ciento de los mexicanos estaba en carencia económica por ingresos, mientras en 2016, 50.6 por ciento (62 millones de personas) tampoco alcanzaba a cubrir necesidades de transporte y educación, entre otros gastos.
Durante este periodo, el pico más alto de carencia por ingresos ocurrió en 1996, después de la crisis de principios del sexenio de Ernesto Zedillo, cuando la pobreza patrimonial (ausencia de recursos para cubrir necesidades de educación, transporte y calzado, entre otros rubros) llegó casi a 70 por ciento. Fue a la baja hasta llegar a 42.9 por ciento en 2006, al final del sexenio de Vicente Fox, pero en el periodo de Felipe Calderón creció 10 puntos para colocarse en 52.3 por ciento en 2012 y desde entonces prácticamente no ha variado.
Esta situación se ha mantenido a pesar de las miles de acciones sociales, sobre todo de Prospera, en la que participan las secretarías de Desarrollo Social, Salud y Educación. Se trata de un programa de transferencias condicionadas: se entregan becas a los niños por acudir a la escuela y a los centros de salud, con atención a mujeres embarazadas.
En 1990 se creó Pronasol, inicialmente en Valle de Chalco, con acciones de alimentación, vivienda popular con crédito ágil, procuración de justicia, apertura y mejoramiento de espacios educativos, electrificación de las comunidades, agua potable, servicios de salud y reforestación. Sin embargo, ese municipio no ha cambiado su situación, pues en 2015 vivía en pobreza 54.5 por ciento de sus habitantes, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Después, en el sexenio de Ernesto Zedillo se creó Progresa, el cual se transformó en Oportunidades durante los periodos panistas y ahora es Prospera.
El Coneval señala que se requiere inversión pública y privada para mejorar el ingreso de los hogares, ya que al tener cifras comparables del ingreso entre 1992 y 2016 es posible observar cómo éste sigue el comportamiento cíclico del crecimiento económico.
Refiere que las familias tienen diferentes fuentes de ingreso: la principal es la remuneración al trabajo, que ocupa alrededor de 70 por ciento del financiamiento total de los hogares. Adicional a éste existen las remesas, las transferencias por programas sociales, becas y pensiones, entre otros.
La coalición ganadora de las elecciones presidenciales, Juntos Haremos Historia, al responder las preguntas de Coneval sobre desarrollo social señaló que las trasferencias condicionadas no han resuelto la pobreza en el país y gran parte de los programas sociales que han existido desde hace más de 20 años, en su mayoría, han sido diseñados e implementados desde una visión paternalista y operados mediante mecanismos clientelares
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