La Nueva Academia otorgará su propio ‘‘Premio Nobel” este año, según su portavoz Bianca Kronlöf, al menos con tanta seriedad como la Academia Sueca.

‘‘He seguido los sucesos en la institución y me parecieron vergonzosos. Todos los informes sobre el perfil cultural han sido directamente desagradables”, explica Kronlöf al diario sueco Dagens Nyheter.

Como reportó La Jornada (8/5/18), la periodista y escritora Alexandra Pascalidou se pronunció en mayo pasado por instituir otra academia porque la actual ‘‘no cumplió su misión”.

Ese mes, a raíz de la crisis en que se encuentra la Academia Sueca, se decidió posponer la selección y entrega en 2018 del máximo galardón a las letras mundiales.

Bianca Kronlöf se sumó al proyecto de Pascalidou junto con otras 30 personas, entre ellas la también actriz Lo Kauppi y la escritora Maria Sveland, según el rotativo.

‘‘Había gran cantidad de experiencia en muchos campos y un sentimiento de ‘ahora manejamos’. Sentimos que la fuerza positiva podría ayudarnos a resolver esto.”

Figura leyenda del punk

En la actualidad, la Nueva Academia está integrada por más de 100 personas –incluyendo autores, bibliotecarios, trabajadores sociales y artistas–, todas voluntarias, según el medio sueco.

El listado de nombres de la institución incluye a la leyenda del punk Joakim Thåström, la autora Alexandra Pascalidou y la diseñadora de interiores Lulu Carter, según la prensa local.

Su reconocimiento se entregará el 10 de diciembre, el mismo día en que tradicionalmente se celebra el Premio Nobel y enseguida se disolverá.

La organización ha contactado a las bibliotecas de Suecia, pues la idea es que todas esas instituciones del país nombren a dos autores antes del 8 de julio. Quienes tengan más nominaciones serán parte de una encuesta internacional en el sitio web del proyecto.

Dos hombres y dos mujeres llegarán a la ronda final, donde un comité encabezado por la editora Ann Palsson designará al ganador.

‘‘Lo más importante para nosotros es la literatura y este premio sólo se otorga este año. También ha sido esencial tener un enfoque democrático. Este galardón será una contramedida positiva para la triste situación que ha sucedido en los pasados seis meses.”

Tendrá valor simbólico: ‘‘Mostrar que se puede organizar y otorgar un Premio Nobel que vale la pena después de todo lo que ha sucedido. Al mismo tiempo, este es un premio popular y democrático que representará a todas las personas”.

Por otro lado, la agencia de noticias Ap difundió que el tradicional concierto por la ceremonia de entrega de Premio Nobel de la Paz no se efectuará este año por una ‘‘desafiante situación financiera”.

Olav Njolstad, director del Instituto del Nobel, dijo que el homenaje musical fue puesto en ‘‘licencia temporal”, surgida por el ‘‘deseo por repensar el formato y contenido del concierto”, además de cuestiones económicas.