El canciller Luis Videgaray solicitó al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, su intervención para evitar la separación de los niños y niñas migrantes de sus padres en la frontera entre México y Estados Unidos.

En entrevista con medios, tras la reunión celebrada ayer en Nueva York, Videgaray expresó: “Vinimos a hablar sobre el tema específico de la separación de niños y niñas de sus padres, algo que ha ocurrido –muy lamentablemente– en Estados Unidos y lo que representa para el gobierno de México: un acto cruel, un acto inhumano y, además, injustificado”.

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores explicó que la administración mexicana solicitó tanto a Guterres como al sistema de Naciones Unidas en su conjunto, que permanezcan atentos de lo que ocurra con los más de 2 mil 300 niños separados de sus padres y que aún no han sido reunidos. Lo anterior es producto de la política Cero Tolerancia a la migración irregular puesta en marcha por la administración del presidente Donald Trump.

El encargado de la política exterior mexicana solicitó a la ONU permanecer pendiente de lo que pueda ocurrir a los infantes que, en un futuro, pudieran ser enviados a centros de retención junto con sus familias en instalaciones no apropiadas para los menores.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, frente a una ola de críticas, firmó la semana pasada una orden ejecutiva para que las familias migrantes indocumentadas permanezcan unidas, aunque en detención.

Hemos recibido una respuesta con mucha convicción de parte del secretario general, es claro el compromiso de Naciones Unidas sobre le tema, sostuvo Videgaray.

Por otro lado, el gobierno de México presentará este viernes un proyecto de resolución ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para condenar la política de separación de familias indocumentadas en la frontera norte de nuestro país y solicitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que tome medidas pertinentes.

La OEA dio a conocer que su consejo permanente analizará en su sesión ordinaria, programada para el 29 de junio, el impacto de la política de separación de familias migrantes del gobierno de Estados Unidos sobre los derechos humanos.