Los programas asistencialistas prometidos durante las campañas presidenciales sólo perpetúan la pobreza y la desigualdad, y carecen de un respaldo económico para ser cumplidos, aseveró ayer el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).

En un análisis semanal, el organismo resaltó además que las descalificaciones en las que incurrieron los candidatos presidenciales pueden ser la razón por la cual existe hoy una polarización en la sociedad.

A tres días de que concluyan las campañas, el Ceesp enfatizó que en este periodo hubo una enorme cantidad de propuestas que se convirtieron en promesas de campaña, con la única finalidad de recaudar la mayor cantidad de adeptos.

En su reporte, señaló que la estrategia que mejor funcionó es la que, aprovechando el enojo de la población ante la coyuntura que se vive en materia de corrupción, seguridad e impunidad, agudizó esa opinión que diferencia a pobres y ricos, así como la idea de que algunos empresarios son corruptos.

Sin embargo, el Ceesp calificó de preocupante que esa estrategia ha funcionado más que cualquier propuesta sensata y viable. Explicó que un segmento importante de la población prefiere aceptar las promesas de programas asistencialistas que perpetúan la pobreza y la desigualdad, que propuestas estructuradas que propician el crecimiento y el empleo, que es la mejor manera de combatir la miseria.

Interrogantes

Insistió en que la abultada cantidad de propuestas y ofrecimiento de recursos a mediante programas sociales amplió el interés por saber cuál es la viabilidad de su instrumentación, no sólo en el sentido del manejo administrativo, sino en relación con cuánto costarán y de dónde se obtendrán los recursos adicionales, sobre todo en un entorno en el que resaltan las promesas de no incrementar ni crear nuevos impuestos.

El Ceesp señaló que las cifras ponen en duda la posibilidad del éxito de algunos ofrecimientos de campaña, pues el margen fiscal de las finanzas del país no parece tener la capacidad para liberar la cantidad de recursos que se requieren.

Ya se han mencionado diversas mediciones en las que se señala que el margen de maniobra es limitado, pero hay quienes consideran que ese margen sería suficiente para instrumentar buena parte de los programas sociales que se han propuesto a lo largo de las campañas presidenciales, advirtió el Ceesp.

El organismo detalló que para conocer un aproximado del margen de maniobra que tendrá el próximo gobierno para instrumentar sus propuestas de campaña se deben excluir aquellos gastos comprometidos y que no tienen posibilidad de ajuste. El Ceesp recordó que en los cálculos del documento Precriterios 2019, el gasto total del sector público presupuestado para el próximo año asciende a 5 billones 498 mil 600 millones de pesos, lo que significa un aumento de 253 mil 600 millones respecto de la cifra aprobada para 2018.

Para el Ceesp “cumplir con muchas de dichas promesas podría llevar a la necesidad de buscar recursos adicionales, lo que podría hacer que la frase ‘lo prometido es deuda’ se vuelva realidad”.