Viernes 22 de junio de 2018, p. 11
Para el PRI, dejar de recibir 251 millones de pesos en el último trimestre de 2017, a partir de la decisión de destinar esos fondos a la reconstrucción por los terremotos de septiembre, representó una presión de su gasto para este año.
Esto lo obligó a negociar nuevos plazos en sus créditos bancarios y aplazar los pagos a proveedores, con el propósito de enfrentar la obligación de cubrir su nómina y otros gastos, precisamente en la precampaña y la campaña.
De manera extraoficial, se informó que el candidato de la coalición Todos por México, José Antonio Meade (PRI, PVEM y Panal), realizará uno de sus cierres de campaña el domingo en Toluca, adonde está convocada toda la dirigencia, miembros del gabinete y gobernadores, y el cierre definitivo será el miércoles, en Saltillo, Coahuila.
En el informe de presupuesto del partido, que presentó Enrique Burgos la noche del miércoles ante el Consejo Político Nacional, se destaca que si bien se cubrieron las deudas a 180 proveedores –de 2016 a 2017–, el PRI mantiene un crédito de 251 millones de pesos, más intereses, a un plazo de un año.