Por cada hombre que vive con depresión existen dos mujeres que la padecen y esto tiene que ver con la demanda social que ellas enfrentan en diferentes etapas de la vida y las prácticamente nulas alternativas de apoyo, entre otras, la carencia de servicios de salud mental en el primer nivel de atención, advirtió María Asunción Lara, jefa del Departamento de Modelos de Intervención del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (Inprmf).

Desde hace años se reconoció la necesidad de que en clínicas y centros de salud, los médicos generales identifiquen los síntomas de los trastornos emocionales de sus pacientes y que de ahí se les pudiera referir con el especialista. En México, desafortunadamente, eso no es una realidad, señaló.

Las personas enfrentan además dificultades como el tiempo y la distancia para llegar a los hospitales, lo que se suma a la precaria condición socioeconómica en que se encuentran. Todo esto ocurre también a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido recomendaciones a los países para atender la depresión, la cual está en camino de convertirse en la principal causa de discapacidad y con la mayor cantidad de años de vida saludable perdidos. El padecimiento en sus formas más graves representa, además, una de las principales causas de sucidio en México y el mundo.

En conferencia, Asunción Lara y Nancy Amador, sicóloga e investigadora en la misma área del Inprmf, comentaron sobre las investigaciones que han realizado en torno a la depresión en las mujeres, sobre todo durante el embarazo y en el periodo del posparto, así como de las estrategias que han diseñado para mejorar la relación de padres e hijos, con el propósito de prevenir o corregir conflictos que se puedan presentar por ello en las familias.

Señalaron que sobre el tema existe una gama de estudios y resultados que se han difundido en publicaciones científicas, pero difícilmente benefician a la sociedad por la falta de una estrategia nacional de atención a la salud mental. Estimaron que transcurren entre siete y 15 años para que se concrete la aplicación de los proyectos en las comunidades.

Sobre la depresión que, según las estadísticas más recientes, afecta a 9 por ciento de la población en México, está presente en 13 por ciento de las mujeres en el periodo posterior al parto. Entre los factores de riesgo que desencadenan el padecimiento está que la mujer tenga antecedentes de la enfermedad, carencia de apoyo familiar, problemas maritales o ausencia de la pareja, si tiene un bajo nivel educativo y económico.

Advirtió que en la Norma Oficial Mexicana (NOM) relativa a la atención de la mujer embarazada no está incluida la salud mental, a pesar de que se sabe que en el caso de las adolescentes, alrededor de 29 por ciento vive deprimida el periodo de la gestación.