Unicef publica informe sobre 2017
La mayoría, sin atención médica; sólo la mitad recibe educación
Jueves 21 de junio de 2018, p. 26
Colonia
El número de niños y adolescentes refugiados por la guerra y conflictos de otra naturaleza llegó a 30 millones, cifra récord desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), reportó este miércoles el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, con motivo del Día Mundial de los Refugiados.
Agregó que muchos de los niños o adolescentes asilados no reciben atención sanitaria y sólo la mitad tiene acceso a la educación básica. Indicó que uno de cada cuatro cursan estudios a nivel secundaria, mientras cada vez más menores huyen de su país de origen sin compañía de algún familiar.
Además, reportó que 300 mil niños estaban solos, o fueron separados de sus familias, en 80 países entre 2015 y 2016. Se trata de una cifra récord que quintuplica al número de menores refugiados no acompañados que se contabilizó entre 2010 y 2011.
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico indicó en su informe Perspectivas de las Migraciones Internacionales que las solicitudes de asilo en sus 35 países miembros se redujeron de 1.6 millones, en 2016, a 1.2 millones en 2017.
Según el organismo, Estados Unidos y Alemania son los países que más peticiones tienen, pues el año pasado recibieron casi 330 mil y 198 mil solicitudes, respectivamente. Para consultar el informe.
Algunas de las recientes crisis migratorias incluyen familias de México y Centroamérica que buscan seguridad y empleo en Estados Unidos, la guerra civil en Siria, los atentados de grupos yihadistas en Irak y Afganistán, el conflicto israelí-palestino, la persecución religiosa contra musulmanes rohinya en Myanmar y las crisis políticas en Sudán del Sur y Nigeria.
En este contexto, el Parlamento de Hungría aprobó este miércoles una ley que podría castigar hasta con un año de prisión a aquellas personas u organizaciones que ayuden a indocumentados.
Los gobiernos de México, Guatemala, Honduras y Chile saludaron al decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de revertir la política migratoria de separar a familias que ingresaron sin documentos a territorio estadunidense desde la frontera sur.
Los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau, y de Gran Bretaña, Theresa May, habían criticado previamente esta política.