Volgogrado

Parecía que todo se había resuelto con la oportuna eficacia del capitán inglés Harry Kane al inicio del partido, que adquirió entonces el aspecto de un fácil trámite. Después llegó un penal antes del intermedio y todo se volvió un duelo sufrido y sin salida, hasta que, otra vez, el delantero del Tottenham se vistió de héroe de último minuto y dio la victoria a Inglaterra.

Así, con el doblete de Kane, el equipo de la rosa derrotó 2–1 a un Túnez que estuvo cerca de sumar otra sorpresa en Rusia.

El partido empezó de forma poco prometedora para la selección tunecina. A los 11 minutos, en un saque de esquina ejecutado por Young, Stones remató de cabeza. El arquero Mouez Hassen logró sacar el balón con una buena estirada, pero Kane estuvo atento y en el lugar adecuado, pegado al poste izquierdo para sólo empujar el rebote con la pierna.

Cuatro minutos después, Hassen abandonó la cancha entre lágrimas pero por su propio pie, tras sufrir una lesión, y fue remplazado por Farouk Ben Mustapha.

De manera gradual, Túnez fue reaccionando de ese doble golpe, hasta que una jugada un tanto circunstancial le permitió igualar a los 35 minutos. Kyle Walker estiró un brazo, con el que golpeó el rostro a Fakhreddine Ben Youssef, quien se desplomó en el área. El árbitro Wilmar Roldán sancionó con tarjeta amarilla y penal.

Aunque Jordan Pickford adivinó la dirección del disparo de Sassi, éste entró pegado al poste. Inglaterra tuvo todavía un par de aproximaciones en el primer tiempo, incluida una serie de rebotes desordenados a los 38 minutos, con un balón peinado y una chilena fallida de Raheem Sterling.

Pero con el empate en el marcador, Túnez puso todo su empeño en preservar la ventaja y estuvo cerca de lograrlo. El segundo tiempo deparó la escena fastidiosa de una Inglaterra que se estrelló constantemente contra el muro tunecino sin generar siquiera peligro verdadero.

El silbante colombiano Roldán, quien mostró quizá demasiada severidad en el penal, la moderó en dos jugadas en las que Kane fue derribado en el área. No se revisó la repetición.

Y cuando parecía que la selección inglesa se tendría que conformar con un empate, y convertirse en otra de las selecciones que no logran someter al presunto rival más débil, apareció Kane con el cabezazo salvador.

En tiempo agregado, llegó un tiro de esquina ejecutado por Kieran Trippier. Harry Maguire peinó hacia Kane, quien se encontró solo y desató el festejo inglés, girando el cuello para enviar el balón junto al segundo poste.

La segunda diana de Kane trajo alivio al técnico Gareth Southgate, tras salvarse de lo que hubiera sido un gris debut como seleccionador en el Mundial.

Con los tres puntos, Inglaterra está debajo sólo por diferencia de goles respecto de Bélgica, que más temprano le recetó un 3-0 a Panamá, en lo que fue el debut absoluto de la selección Canalera en un Mundial.