Bogotá

Esa paz que añoramos, que reclama correcciones, las tendrá para que las víctimas sean el centro del proceso para garantizar verdad, justicia y reparación del daño, proclamó el derechista Iván Duque, tras ganar en segunda vuelta las elecciones presidenciales de este domingo en Colombia, con 53.98 por ciento de votos, contra 41.81 del izquierdista y ex guerrillero Gustavo Petro.

Es necesario que se imponga la sensatez; lo que el país demanda es una paz integral, que nos conduzca a la esperada reconciliación...) Burlar ese propósito no puede ser plan de gobierno, replicó de inmediato la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), sucesora de la desarticulada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que firmaron un histórico acuerdo de paz con el saliente presidente Juan Manuel Santos en noviembre de 2016.

El presidente electo prometió unificar al país en torno a objetivos como el desarrollo de las zonas más pobres y violentas de Colombia, y aseguró que en su gobierno no existirán venganzas ni represalias. Se trata de mirar hacia el futuro por el bien de todos los colombianos, aseguró en su primer discurso tras haber conseguido 10 millones 373 mil 80 sufragios, contra 8 millones 34 mil 198 de Petro.

Poco antes, al reconocer su derrota, Petro prometió: no permitiré que retrocedan a Colombia a la guerra.

Con todos los votos escrutados, Duque, del Centro Democrático, se impuso con 53.98 por ciento, contra 41.81 por ciento del candidato de Colombia Humana.

Poco más de 36 millones de ciudadanos fueron convocados para escoger entre el proyecto neoliberal de Duque y el socialdemócrata de Petro, el primer candidato de izquierda que llega a una segunda vuelta en el país sudamericano.

El presidente Juan Manuel Santos, quien concluirá su mandato el 7 de agosto, fue uno de los primeros en acudir a votar por su sucesor para el periodo 2018-2022.

Por la mañana, Duque declaró que quería cimentar la cultura de la legalidad y decir al crimen que el que la hace la paga. Horas más tarde se impuso en 24 de los 32 departamentos, informó el diario colombiano El Tiempo. El abstencionismo alcanzó 48 por ciento, en línea con el histórico de 50 por ciento.

Con humildad y con honor voy a entregar todas mis energía a unir a este país, dijo el abogado de 41 años, quien se convirtió en el mandatario más joven en ser electo en Colombia desde 1872 y en el más votado en toda su historia.

Ante miles de seguidores, y tras hacer un llamado a la paz, Duque dijo que ésta reclamaba correcciones y poner al centro a las víctimas, en clara referencia al pacto que desarmó a las FARC.

Para ello, durante su campaña propuso una reforma legal que prohibiría a los líderes guerrilleros que cometieron crímenes de guerra, participar en la política hasta haber indemnizado a sus víctimas.

Además, en campaña también prometió endurecer las condiciones para los los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional, último grupo rebelde en activo en en el país sudamericano.

Pese a que el año pasado evitó cerca de 3 mil muertes, el pacto con la FARC dividió profundamente a una sociedad golpeada por décadas de violencia.

Más adelante, Duque presentó a Marta Lucía Ramírez como la primera vicepresidenta de Colombia y anunció que 50 por ciento de su gabinete estaría constituido por mujeres. El futuro jefe de Estado también agradeció el apoyo de los ex presidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana (1998-2002), así como de su partido.

Según analistas, Duque, quien tiene una experiencia política de apenas cuatro años, llegó al Congreso impulsado por una lista cerrada liderada por Uribe con la finalidad de recuperar la presidencia para una derecha contraria a los acuerdos con las FARC. Además, prometió bajar impuestos a las empresas y encabezar la presión internacional contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

Con el apoyo de la élite política y empresarial, el nuevo mandatario colombiano quedó con el camino allanado para cumplir sus promesas, ya que cuenta con mayorías en el Congreso.

Por su parte, Petro, ex miembro de la desmovilizada guerrilla M-19, economista y candidato de Colombia Humana, no logró la presidencia, pero llegará al Senado con las promesas de no permitir que retrocedan a Colombia a la guerra y conformar una alternativa de poder y no sólo ser oposición.

El nuevo presidente tomará las riendas de un país que aún está superando las secuelas de la guerra y la violencia del narcotráfico.