Debuta el videoarbitraje
Domingo 17 de junio de 2018, p. 3
Kazán
La talentosa y dubitativa Francia se estrenó con su once más joven desde 1930 y una ajustada victoria por 2-1 ante la física y combativa Australia, en un duelo decidido gracias a la aplicación de la tecnología en dos jugadas claves por primera vez en la historia de la Copa del Mundo en Rusia.
Los goles de Antoine Griezmann y Paul Pogba contaron con la intervención de la tecnología que se estrena en un Mundial, decantando la victoria sobre Australia para sumar sus tres puntos por el Grupo C.
Francia salió beneficiada con un penal provocado y ejecutado por Griezmann a los 58 minutos. La pena máxima fue señalada luego de que el árbitro uruguayo Andrés Cunha se enfiló a un costado de la cancha para observar la repetición de la falta cometida al ariete francés.
Como Griezmann, Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé no tuvieron impacto en el juego, Pogba, uno de los cuatro jugadores del plantel con experiencia mundialista, fue el héroe a nueve minutos del final con su definición tras una gran jugada colectiva.
Pogba rubricó el tanto de la victoria a los 81 minutos, y la videoasistencia arbitral (VAR, por sus siglas en inglés) determinó que el balón había traspasado la raya tras rebotar en el travesaño.
Además, se convirtió en el primer jugador francés en marcar en Copas Mundiales consecutivas desde que Michel Platini lo logró en 1982 y 1986.
El capitán australiano Mile Jedinak niveló transitoriamente para Australia al convertir un penal a los 62, tras una mano en el área del zaguero francés Samuel Umtiti.
La escuadra gala salió de inicio con una media de edad de 24.5 años –sólo tres de los 11 futbolistas superaban los 25, Griezmann, Hugo Lloris y N'Golo Kanté–, el combinado más joven alineado nunca por un seleccionador francés en un Mundial desde su inicio en 1930.
Francia resolvió un partido 4-3-3 que le dio más libertad a Pogba en una alineación con tres mediocampistas defensivos. No se le hizo fácil en la primera mitad. Sólo exhibió algunos chispazos en los primeros minutos: Mbappé, quien se juntó adelante con Ousmane Dembélé y Griezmann exigieron al arquero Ryan. Los franceses llevaron la manija en el primer cuarto de hora, aunque a partir de allí su juego se fue diluyendo.
Australia fue de a poco tomando el hilo para equilibrar el partido y llevar peligro en algunas jugadas con pelota detenida en una tarde soleada en el estadio Arena Kazán. De hecho, la principal ocasión de gol la generó Australia en un tiro libre de Aaron Mooy que fue desviado por Corentin Tilosso.
El volante francés casi incrustó el balón en propia meta, pero el arquero Hugo Lloris reaccionó a tiempo para manotear el balón afuera.
Luego de apuntar al arco cuatro veces en los primeros ocho minutos, Les Bleus no volvieron a rematar a puerta durante el resto del primer tiempo.
Griezmann abrió el marcador tras la entrada por detrás que le hizo Joshua Risdon. Tras consultar las imágenes de la acción, Cunha apuntó al manchón de penal.
El delantero del Atlético de Madrid batió a Mathew Ryan, disparando hacia la izquierda del arquero australiano. Apenas cuatro minutos después, Umtiti despejó con el puño un centro rival y Cunha pitó el penal que el capitán Jedinak cristalizó de manera pasmosa.
El duelo recuperó su tónica anterior y parecía condenado al empate. Hasta que, en un jugada aislada y bien trenzada, Pogba recibió en la frontal del área y disparó tan fuerte que el balón pegó en el palo, botó dentro de la línea y entró.
Casi sorprendidos por su propio avance, los franceses se distendieron entonces y ofrecieron sus mejores minutos al borde del final.
Con más sufrimiento del previsible, los campeones del mundo de 1998 festejaron con alivio, mientras los australianos se conjuraban agarrados todos en un círculo sobre el césped del Kazán Arena para mantener su sorprendente rendimiento en los próximos partidos.
En la grada, los cánticos de los hinchas aussies se oyeron cada vez más fuertes. Superaban claramente en número a los franceses que, no obstante, contaron con un seguidor de lujo, el ex presidente de la República francesa, Nicolas Sarkozy.
El equipo de Deschamps enfrentará con más tranquilidad los partidos que le quedan por la zona, aunque le faltan muchas cosas por mejorar.