Durante un recorrido por la delegación Milpa Alta, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Gobierno de Ciudad de México, Mikel Arriola, pidió a sus simpatizantes que no dejen que el PRD pretenda comprarles su voto.

En sus distintos actos proselitistas en esa demarcación –acompañado de su abanderada a alcaldesa Mariana Moguel–, el priísta resaltó que esa estrategia de los perredistas es una muestra clara de que el frente (formado por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano) se está enterrando. Recurren, sostuvo, al uso de recursos públicos al no lograr apoyos de los electores.

El candidato hizo énfasis en que meterá a la cárcel a quienes están ofreciendo prebendas. Si les ofrecen dinero para que voten por ellos, díganles que sí, acéptenles el dinero y las despensas, pero voten libremente; no se dejen amenazar. El hecho de que alguien tenga copia de la credencial de elector no impide que votemos por el partido que queramos, remarcó.

En Milpa Alta, Mikel Arriola se comprometió a devolver la seguridad a los habitantes de esta capital, y señaló que se instalarán un millón de cámaras de videovigilancia que sí funcionen. Ofreció, también, policía especializada y patrullajes de uniformados que estén familiarizados con los vecinos.

Por la tarde, Mikel participó en la toma de protesta de los consejeros consultivos delegacionales del PRI, con el líder nacional de este partido, René Juárez Cisneros, quien recomendó a su militancia no espantarse con las encuestas que se han hecho públicas y que ubican por debajo de las preferencias electorales a su candidato a la presidencia.

“Una encuesta –dijo– no determina una elección; sirven para tomar decisiones e ir ajustando estrategias”, y consideró que el mejor sondeo es la que se da en la fila que se hace frente a una urna, y ya luego el Instituto Nacional Electoral contará votos, no encuestas. Además, fue enfático en señalar que el Revolucionario Institucional no está a la deriva.