La vocería del candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya Cortés, reiteró que José María Rioboó habría sido el constructor consentido de Andrés Manuel López Obrador entre 2000 y 2005, al resultar beneficiado con contratos de adjudicación directa que alcanzaron 173 millones de pesos.

Fernando Rodríguez Doval, vocero del queretano, se hizo acompañar por Alfredo Figueroa, consejero del entonces IFE; Jorge Triana y Pilar Lozano, de Movimiento Ciudadano, para dar a conocer las irregularidades –a decir de los integrantes de la campaña de Anaya– detectadas en la administración lopezobradorista en el entonces Distrito Federal.

No obstante, los ponentes de la información incurrieron en contradicciones y datos incompletos. Jorge Triana aseguró que los contratos de adjudicación directa otorgados a Rioboó (no especificó el nombre) fueron otorgados en 2001, y la constructora fue inhabilitada para presentarse en concursos de obra en los tres niveles de gobierno.

Para 2005, López Obrador ya había solicitado licencia al cargo, mientras la inhabilitación a la que hizo referencia Triana ocurrió en 2006. Uno de los reporteros que acudieron a cubrir el acto en que se informó de las supuestas irregularidades, reclamó: ¿y qué es lo nuevo?