Washington

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subió ayer su tasa de interés de referencia un cuarto de punto porcentual a un rango de entre 1.75 y 2 por ciento, una medida ya anticipada, que marca un hito al distanciarse de la política monetaria que utilizó para combatir la crisis financiera y la recesión de 2007-2009.

Esta decisión sugiere que el costo del crédito para automotores, inmobiliario y otros préstamos acordados por los bancos a los consumidores podría aumentar próximamente.

El alza es la segunda en lo que va del año y el séptimo desde la salida de la política monetaria de tasa cero de finales de 2015, que había sido adoptada para sostener la reactivación luego de la crisis financiera.

La Fed proyectó un ritmo más rápido de alzas de tasas en los próximos meses, con dos más en 2018; en el pronóstico anterior esperaba sólo un incremento más. Para el próximo año prevé otras tres subidas del costo del dinero sin cambios frente a sus expectativas previas.

El banco central estadunidense retiró su compromiso de mantener las tasas lo suficientemente bajas como para estimular la economía durante un tiempo y se mostró más optimista en sus previsiones de crecimiento.

La economía marcha muy bien, afirmó el presidente de la Fed, Jerome Powell, después de que el comité de política monetaria divulgó su comunicado del acuerdo unánime, tras dos días de reunión. Sin embargo, advirtió que los temores sobre las tensiones comerciales se incrementan en los medios empresariales y representantes regionales del banco central.