Lunes 11 de junio de 2018, p. 28
Guatemala
Socorristas y soldados ingresaron este domingo a la comunidad de San Miguel Los Lotes para buscar a víctimas de la erupción del Volcán de Fuego entre los escombros de esta zona devastada, en el sureño departamento de Escuintla, que dejó 110 muertos y al menos 197 desaparecidos.
Rescatistas de la unidad humanitaria y del ejército, bomberos voluntarios y la Coordinadora para la Reducción de Desastres, continuaron la búsqueda de víctimas de la erupción de la semana pasada e ingresaron con picos y palas a la zona cero
sin importarles el peligro de la actividad que aún mantiene el volcán de 3 mil 763 metros de altura.
Los voluntarios, dispersos en el lugar, rompieron paredes para tratar de encontrar cadáveres, aunque la tarea resultó más difícil por las altas temperaturas del material ígneo aún expuesto, algunos de ellos recuperaron restos humanos mientas el olor de cuerpos en descomposición se intensificó.
Los equipos de limpieza oficiales también prosiguieron las labores de búsqueda en la carretera que une San Miguel con la de Alotenango, al tiempo que los familiares y vecinos enterraron a sus muertos. Durante las exequias, cientos de habitantes formaron un pasillo por el que avanzó el cortejo fúnebre encabezado por 11 niños, quienes portaron ramos de flores en memoria de las víctimas.
Un deudo, Carlos García, de 16 años, acompañó el paso de los féretros con los cadáveres de su hermana Griselda, de 27 años, y de su sobrina, Meylin, de nueve, en el pueblo de San Juan Alotenango, en el departamento de Sacatepéquez, donde ambas perecieron engullidas por el torrente incandescente de ceniza, gas y piedras que lanzó el volcán y que arrasó comunidad de San Miguel.
Al menos un millar de vecinos, familiares y amigos de las víctimas acompañaron, entre llanto y oraciones, la procesión hasta el cementerio de Alotenango, mientras habitantes del zona manifestaron su temor de que el lugar sea declarado oficialmente un cementerio y no puedan recuperar los restos de sus parientes, una posibilidad evaluada por las autoridades pese a un posible alto costo político.
Esta tragedia desgastó aún más la popularidad del presidente Jimmy Morales, ex comediante de televisión salpicado por acusaciones de corrupción. La noche del sábado cientos de personas exigieron en la capital su dimisión por no ordenar a tiempo el desalojo de la zona.
En tanto, las autoridades advirtieron que el volcán sigue activo y alertaron del riesgo para los rescatistas.