Tijuana, BC.

El gobierno del estado construirá, en asociación con una empresa israelí, un acueducto de 100 kilómetros para transportar de Tijuana a Ensenada hasta mil litros por segundo de aguas residuales (tratadas con los mismos estándares del Valle de Napa, California), a fin de regar los viñedos del Valle de Guadalupe –que padecen desabasto desde hace varios años– y ampliar en 3 mil 725 hectáreas el área de riego para la producción de los vinos más famosos del país.

La Ruta del Vino de Baja California abarca los valles de Las Palmas, Guadalupe, San Antonio de las Mina, Santo Tomás, San Vicente y Ojos Negros. El segundo es el más famoso porque ahí se asientan empresas grandes como Cetto, y muy reconocidas como Casa de Piedra, de Hugo D’Acosta.

Sólo en el Valle de Guadalupe se cultivan mil 800 hectáreas de vid, de las alrededor de 5 mil que hay en el país.

La región consume 800 litros de agua por segundo, y actualmente se abastece del acuífero que en 2015 la Comisión Nacional del Agua (Conagua) catalogó como sobrexplotado en 12.05 millones de metros cúbicos. Estudios del gobierno del estado dicen que la extracción sobrepasa la recarga natural del acuífero en 42 por ciento.

El gobernador Francisco Vega de Lamadrid estimó que la obra costará mil 500 millones de pesos, y adelantó que se realizará con recursos de la iniciativa privada. El sistema llevará al Valle de Guadalupe agua de las presas Arturo Herrera y La Morita, ubicadas en Tijuana, donde serán tratadas para su reúso.

Jaime Palafox Granados, presidente del Comité Sistema-Producto Vid de Baja California, informó que ya se anunció el fallo de la licitación. Puntualizó que la empresa ganadora, Odis Asversa, no recibirá dinero público y tampoco es un proyecto de asociación pública-privada.

En declaraciones por separado, Carlo Bonfante Olache, secretario de Desarrollo Económico de Baja California, aseguró que se firmará un contrato con la empresa para que reciba el agua, la trate, transporte y entregue al gobierno estatal, que la venderá a los agricultores a un precio estimado de 11 pesos el metro cúbico. Para ello, el gobierno estatal creará un fideicomiso.

La administración estatal se ha enfrentado con diversos grupos que se oponen a la privatización del agua o han cuestionado la opacidad con que se han licitado proyectos como la desaladora de Rosarito. Para este proyecto solicitó la participación de Transparencia Mexicana.

De acuerdo con un reporte de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt), organismo descentralizado del estado que administra y distribuye el agua, durante los tres años recientes se hicieron cultivos experimentales utilizando aguas recicladas de calidad similar a la que se usará en el proyecto de la licitación.

Las pruebas fueron supervisadas por el Centro de Investigación y Desarrollo de Electroquímica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, por el Instituto Tecnológico de Tijuana y por el enólogo Camilo Magoni. Los resultados en suelos, uvas y aguas fueron satisfactorios.

El propio Magoni, quien fue el enólogo de la casa Cetto durante 30 años y hoy tiene su propia empresa vinícola, desarrolla actualmente un programa piloto muy cerca de La Morita, donde ya cultiva vid y ha producido varios vinos en un proyecto con la Cespt.