Sábado 2 de junio de 2018, p. 29
La radiación solar y el exceso de calor, como los que en estos últimos días se han registrado en México, provocan no sólo daños físicos sino también sicológicos.
Los daños físicos se asocian con una alta exposición a los rayos solares, que producen cáncer y envejecimiento prematuro de la piel, trastornos pigmentarios y degradación de colágeno, alertó ayer Rodrigo Roldán Marín, responsable de la Clínica de Oncodermatología de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Además, el exceso de calor nos hace tener una baja productividad, agotamiento, falta de sueño y un estado de ánimo irritable, intolerante y agresivo, que afecta el rendimiento normal en oficinas y escuelas, inclusive en las calles, añadió Ricardo Lozada Vázquez, de la Facultad de Sicología.
Los especialistas dijeron en una conferencia de prensa que es importante el uso de bloqueadores solares, sombreros de ala ancha y ropa de manga larga, pero también una adecuada hidratación (de preferencia con agua, no bebidas dulces), espacios ventilados y pequeños descansos en las horas de trabajo.
Roldán Marín explicó que el sol produce un espectro de energía muy importante, que abarca la radiación ultravioleta, primera causa de cáncer de piel y quemaduras; también, es origen de la luz visible, que nos permite ver de día, pero se asocia con trastornos pigmentarios, y de los rayos infrarrojos, que no queman, pero causan calor, degradan el colágeno en la dermis y provocan envejecimiento prematuro de la piel.
El sol es el carcinógeno ambiental más frecuente al que se expone el ser humano
, agregó. Es importante remarcar que la radiación en Ciudad de México es tan peligrosa como la de la playa.
Expuso que así como tenemos el hábito de lavarnos los dientes después de comer, debemos protegernos la piel con bloqueador solar antes de realizar nuestras actividades.
Lozada Vázquez planteó que el excesivo calor dentro de las áreas de trabajo, y el hecho de que no fluya el aire, causan irritabilidad, mayor estrés, baja productividad, deshidratación y disminución en la toma de decisiones
.
En las personas con diabetes o altos niveles de azúcar que sufren calambres, éstos se confunden con los golpes de calor.