Sesenta periodistas de Tamaulipas firmaron y entregaron una carta en la oficina del gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca para exigir justicia por el homicidio del corresponsal de Excélsior y Grupo Imagen, Héctor González Antonio, ocurrido el pasado 29 de mayo en la colonia Estrella de Ciudad Victoria.

En el escrito, comunicadores, reporteros y camarógrafos demandaron a las autoridades de los tres niveles de gobierno dar resultados en un plazo corto y no descartar su trabajo periodístico de las principales líneas de investigación.

Exigimos una investigación exhaustiva y expedita, en la que la autoridad se comprometa a dar resultados del caso en un plazo perentorio, además, brindar informes confiables mientras se desarrollan las indagatorias, indicaron.

La carta está dirigida al presidente Enrique Peña Nieto; a Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, quien en un mensaje por Twitter lamentó el crimen y advirtió que se castigará a los responsables.

Sepelio del corresponsal de Excélsior y Grupo Imagen

En Ecatepec, estado de México, familiares y amigos de Héctor González Antonio, llevaron a cabo el sepelio en el panteón Jardín Guadalupano, donde exigieron justicia. Pedimos que sacaran todo y saber cuáles fueron los motivos (de su crimen), dijo Lorena, hermana del periodista.

González Antonio era oriundo del estado de México. Su familia vivía en Ciudad Azteca, municipio de Ecatepec. Egresó de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la Universidad Nacional Autónoma de México y desde hace 17 años radicaba en Tamaulipas.

El cadáver del corresponsal, padre de tres hijos, fue trasladado la noche del miércoles de Tamaulipas a Ecatepec. Para la tarde del jueves, su cuerpo fue trasladado a la agencia Gayosso en Ciudad de México y después al Jardín Guadalupano.

En punto de las 17:50 horas del jueves, sus restos llegaron al panteón, donde reporteros desplegaron en la entrada una manta en la que se leía: No se mata la verdad matando periodistas. El cortejo fúnebre se condujo al estacionamiento y luego a su destino final. Te queremos Héctor, te queremos, gritaron sus amigos en despedida.