El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana condenó la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles contra México de 25 y 10 por ciento a las importaciones de acero y aluminio, respectivamente.

Como representantes de miles de trabajadores de las industrias del acero y el aluminio exigimos al gobierno de México que adopte medidas inmediatas y efectivas para proteger a los asalariados de estas industrias, expresó el sindicato.

Recordó que desde hace varios años ha exigido al gobierno mexicano que adopte medidas para defender a la industria del acero contra las exportaciones desleales de China, Vietnam, Brasil y otros países, a precios artificialmente bajos.

“Los gobiernos del PRI y el PAN, sobornados por las empresas multinacionales y comprometidos con las políticas neoliberales, nunca respondieron de manera adecuada. Aunque el gobierno actual de México acaba de imponer algunas medidas contra el dumping de acero chino, y últimamente contra los aranceles para exportaciones mexicanas de acero y aluminio, ambas han sido muy débiles e inferiores a las promovidas por otros países y no han servido, por ejemplo, para detener la competencia desleal de China.”

La dirigencia del sindicato minero se preguntó: ¿Cómo es posible que el gobierno de Estados Unidos sea capaz de proteger a su industria del acero y a sus trabajadores, y el de México no haya hecho lo equivalente con su industria y su trabajadores, sumido en las indecisiones y la debilidad, sobre todo pensando que el problema no es nuevo sino que tiene ya años de duración?.

El sindicato señaló que después de la decisión de Trump, corresponde al gobierno mexicano fajarse los pantalones y enfrentar la doble amenaza de Estados Unidos, China y hasta de Brasil. Esto requiere, primero, adoptar medidas inmediatas para proteger la estabilidad laboral de los trabajadores en las industrias del acero y el aluminio que podrán ser perjudicados por la acción de Estados Unidos.

El sindicato señaló que no sorprende que México, después de cuatro décadas de conducta autodestructiva, hoy no tenga la visión ni la capacidad para defender a sus industrias, a sus trabajadores y su honor contra este asalto. Afortunadamente, este primero de julio tendremos la oportunidad de escoger un nuevo camino.