El Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM) reconoció que la construcción de la primera etapa del nuevo aeropuerto internacional podría verse afectada en tiempo y forma por condiciones macroeconómicas y de volatilidad política que influirían en la disponibilidad de los recursos presupuestales necesarios.

En un informe presentado al Senado de la República, en respuesta a un requerimiento de esa Cámara, en el que le pide precisar si el proyecto se desarrolla de acuerdo con lo previsto o presenta algún retraso, el GACM detalla que hasta el 31 de marzo pasado, la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad México (NAICM) tiene un avance físico financiero de 27.33 por ciento.

Precisa, sin embargo, que se trata del aeropuerto más grande del mundo en construcción y que, como todo megaproyecto, no está exento de situaciones imprevistas. Se trata, insiste, de una realidad inevitable para cualquier obra de esa magnitud y complejidad, tanto en México como a nivel mundial.

Entre los factores que podrían retrasar la conclusión de la primera etapa, prevista para el año 2020, están la disponibilidad de recursos presupuestales, que pueden ser afectados por condiciones macroeconómicas o de volatilidad política.

En el escrito que entregaron al Senado no se detalla a qué se refieren con el término volatilidad política. El GACM asegura entender que se debe contar con un plan correctivo para tomar las medidas necesarias y retomar la ruta establecida, y por ello se revisan y actualizan periódicamente los planes maestros.

Así se hizo ya con el Plan Maestro del NAICM, que en 2017 debió actualizarse por el incremento en la demanda de pasajeros, en comparación con la pronosticada e incluida en el mismo plan de 2015, superada en un 13.9 por ciento. Esta actualización se reflejó en cambios en el diseño de la terminal, para atender este incremento inesperado de la demanda, así como un diseño de la pista 6.

En ese informe al Senado, el GACM recalcó que se tienen también previsiones en caso de que exista algún retraso en la fecha prevista para el inicio de operaciones del nuevo aeropuerto. Se explica que para garantizar la puesta en marcha exitosa se debe desarrollar un plan de transición, dado que no sólo implica la mudanza de equipo y de personal, sino que se tendrán que realizar pruebas y simulaciones a fin de verificar que la infraestructura y procesos cuenten con el diseño y funcionamiento óptimos.

Ante cualquier retraso, “se cuenta con una red de aeropuertos en la zona metropolitana , con capacidad de atender de forma emergente la demanda creciente de pasajeros.

El GACM sostiene que la obra se lleva a cabo sin presionar las finanzas públicas, y cuenta con un fondeo de casi 10 mil millones de dólares.