A pesar de que el nuevo modelo educativo, que se aplicará a partir del ciclo escolar 2018-2019 de forma escalonada en prescolar, primaria y secundaria, presenta elementos innovadores y de vanguardia como la formación socioemocional y la autonomía curricular, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (Inee) advierte que si no se generan condiciones adecuadas para su implementación no prosperará más allá de una loable aspiración.

En un análisis de la calidad del currículo y la organización escolar, destaca que para echar a andar una verdadera transformación curricular se requiere cumplir tanto con aspectos de formación y acompañamiento a los docentes, como condiciones escolares de espacios y recursos materiales y mayores orientaciones para su puesta en marcha.

En el documento La educación obligatoria en México. Informe 2018, donde aborda el diseño del currículo escolar, destaca que hasta la fecha es una atribución exclusiva de la autoridad educativa federal, tanto para la educación básica como normal, por lo que prevalece un currículo único de carácter nacional.

Esta característica, advierte, en un contexto donde se valora cada vez más la diversidad y se deben considerar las profundas brechas que la desigualdad ha generado, obliga a replantear el carácter nacional del currículo o, cuando menos, revisar los mecanismos para su diseño.

Agrega que si bien los cambios curriculares que se han impulsado en años recientes buscaron atender problemas como la instrucción verbalista, la tendencia a la memorización, el enciclopedismo, la saturación y desarticulación de contenidos, la falta de relevancia y pertinencia, entre otros, enfatiza que varios de ellos no han sido resueltos y persisten hasta nuestros días.

Las evaluaciones del Inee sobre el diseño del currículo revelan que éste tiene una estructura sobrecargada de elementos, los cuales además están insuficientemente conceptualizados, o bien sus relaciones y conexiones son inexistentes o débiles, lo que dificulta su adecuada comprensión y aprovechamiento para el logro de los propósitos educativos.

También se detectó que conforme se avanza en los niveles educativos, el currículo se torna más prescriptivo, por lo que a partir de primaria los docentes tienen pocas posibilidades para hacer adecuaciones y responder mejor a las características de sus estudiantes.

El Inee subraya que en el caso de la educación primaria los programas de estudio están diseñados para escuelas de organización completa –en la que cada docente atiende un grado– y no contienen orientaciones pertinentes para atender a poblaciones diversas ni escuelas multigrado, situación que también se presenta en secundaria.

Lo anterior, indica el Inee, además de hacer difícil dar pertinencia a los programas de estudio, hace que las actuales características del diseño curricular atenten contra la equidad, pues no ofrecen la posibilidad de mejorar la experiencia educativa en los tipos de centros escolares a los que asisten las poblaciones con mayor desventaja social.