México se convirtió en tres años en una potencia agroalimentaria –lo que no ocurrió en 30 años– y ya se ubica como el décimo país productor de alimentos en el mundo. Esto da cuenta de que no hay una situación crítica porque nos autoflagelamos y decimos que estamos mal. No es así. Más bien hay que poner las cosas en su justa dimensión, subrayó el presidente Enrique Peña Nieto, e insistió en que los datos sobre el crecimiento del empleo y el poder adquisitivo de los trabajadores que se han logrado en esta administración.

Si esto habla de una situación crítica, que cada quien lo califique como quiera, pero la evidencia está en cifras positivas que cada trimestre registra la economía nacional. Se ha cuidado la estabilidad económica y están sentadas las bases para que el país siga creciendo con desarrollo, para que le siga yendo muy bien y continúe la generación de condiciones de mayor bienestar para las familias.

Insistió en que los resultados positivos se deben a las reformas estructurales, entre ellas la fiscal que permitió hacer frente a condiciones difíciles que se generaron a escala global. De no haber estado bien apertrechados, a lo mejor hubiéramos caído en un escenario de recesión económica, que hoy no tenemos, subrayó durante el encuentro que sostuvo ayer con la Asociación Nacional de Usuarios de Riego (ANUR).

Advirtió que en este gobierno también se pudieron incrementar los niveles de crédito con bajas tasas de interés para los productores del campo.

En el primer encuentro formal que el mandatario sostuvo con la ANUR, anunció la reasignación de 200 millones de pesos del presupuesto de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para la adquisición de maquinaria. El monto se suma a 300 millones de pesos, previamente comprometidos para la rehabilitación y modernización de los distritos de riego.

Peña Nieto resaltó las acciones emprendidas durante esta administración para mejorar el uso del vital líquido y la productividad del campo.

Antes, el mandatario escuchó los planteamientos de algunos representantes de los 86 distritos de riego del país, quienes le solicitaron mayores recursos para el sector. Elías Godoy, del módulo de riego 1 del carrizo, en Sinaloa, abogó por los productores indígenas que también deberían poder echar a andar sus proyectos productivos, pero carecen de capital para hacerlo.

Les encargo a mis indígenas del país. Todavía está a tiempo de echarnos la mano para beneficiar a esas comunidades con algún proyecto, le expresó a Peña Nieto.

En el acto organizado por la Conagua, su titular, Roberto Martínez de la Parra, insistió en que este gobierno ya no presentará ninguna iniciativa de reforma legal en materia de agua, ni nada que tenga que ver con su privatización.

En su discurso, Peña Nieto resaltó que en el sector hidroagrícola hay buenas cifras. Este es el que registra el mayor consumo de agua, con 76 por ciento del total disponible. Otros sectores absorben 15 por ciento, la generación de energía eléctrica 4, y otro porcentaje similar el sector industrial.

Reconoció que además de la política pública, hubo buena suerte por las lluvias que cayeron en los últimos seis años. De parte del gobierno se canalizaron recursos para la tecnificación de las redes de agua y la mecanización del campo en 610 millones de hectáreas, equivalente a 28 por ciento más respecto de la meta planteada.

Esto se tradujo en 22 por ciento de ahorro de agua para la producción agrícola. Estas son buenas noticias. El titular del Ejecutivo comentó que se han efectuado más de 2 mil 400 obras para el almacenamiento con capacidad de 42 millones de metros cúbicos; se han realizado más de mil 300 obras de captación de agua de lluvia con capacidad para 20 millones de metros cúbicos.

Al puntualizar en los resultados del sector agrícola, el mandatario dijo que México se ubica como el séptimo país en el mundo con mayor zona de cultivo y está en el lugar 12 entre los que tienen los más altos niveles de exportación de alimentos.