Era redita Sobre la naturaleza de los sueños, libro del también dramaturgo
Familiarizar a las personas y el habla, entre las tareas de la imaginación, explica a La Jornada
El libro es el resultado de lo que he pensado sobre los sueños: cómo funcionan, qué naturaleza tienen. Deriva de la tesis que hice cuando fui estudiante de filosofía sobre la imaginación, explica Hugo Hiriart (Ciudad de México, 1942) en entrevista con La JornadaFoto Jesús Villaseca
Martes 29 de mayo de 2018, p. 6
La facultad más asombrosa de la mente humana es la imaginación, pues cuando tienes una concepción sana de esta capacidad puedes intentar comprender el arte y los sueños
, sostiene el escritor Hugo Hiriart, autor de Sobre la naturaleza de los sueños.
Este libro, reditado este año por el sello Era, es el resultado de lo que he pensado sobre los sueños: cómo funcionan, qué naturaleza tienen. Deriva de la tesis que hice cuando fui estudiante de filosofía sobre la imaginación
, explica el también dramaturgo en entrevista con La Jornada.
(Sobre la naturaleza de los sueños fue presentado por el neurólogo José Luis Díaz Gómez y Hugo Hiriart en la Casa de Ediciones Era, ubicada en Mérida 4, colonia Roma.)
“La imaginación –prosigue Hiriart– tiene muchísimas tareas. La primera es familiarizar a las personas con su propia imaginación. Otra es el habla. Tú contestas la pregunta antes de que pienses la respuesta. El habla es que la palabra te viene a la mente, una facultad desarrolladísima en los poetas. Ahí la imaginación tiene muchas más funciones que simplemente escoger una palabra, incluso que hablar.”
Además, es la encargada del arte, que es muchísimo más que la pintura, la música; es algo que tiene muchas funciones dentro de la vida humana. Una es que cuando ves la cara de una persona no puedes hacerlo sin darte cuenta al mismo tiempo si es guapa o no, si es agradable o es hostil. Tenemos un gran entrenamiento para eso porque como animales somos muy indefensos
.
Hugo Hiriart (Ciudad de México, 1942) explica: El libro es muy bueno, lo digo sin vergüenza. Aclara qué son los sueños. Todos soñamos y a todos les puede interesar un texto que se puede leer sin conocimiento previo ni entrenamiento de nada; creo que es razonablemente claro aun para personas que no están acostumbradas a leer libros.
Aunque expresa que en ocasiones no ha sido bien leído, por ejemplo, algunos neurólogos tienen el prejuicio de que imaginar es como visualizar y no es cierto. La visualización es una de las muchas formas de imaginar. Imagina a Beethoven, sordo, que se iba al bosque y componía música. La imaginación es la que le dice qué sigue. ¿Ahí qué visualizas? Tan imaginación es la de Bethoveeen componiendo un cuarteto en el bosque como la de una persona soñando
.
Según el autor, esta situación se impuso desde los griegos, refiriéndose a su maestro José Gaos; ellos “daban al conocimiento una predominancia de la visualidad. Aristóteles comienza su Metafísica diciendo que los humanos quieren conocer y no les basta la información que alguien te da porque tú quieres ver, que es conocer.
Con esos antecedentes es natural pensar que soñar es ver cuando estás dormido, pero soñar no es nada, y ver cuando estás dormido, tampoco. Al estar dormido no ves, ni nada: lo único que puedes hacer es soñar.
Añade que los sueños tienen muchas restricciones. No puedes empezar y acabar algo. Esa es una de las condiciones más asombrosas del sueño y más raras: ahí no hay tiempo. No hay sucesión. Es como una serie de presentes. Es fascinante porque es una puerta de entrada a una especie de eternidad de bolsillo, eternidad a la mano: cómo es cuando no hay tiempo
.
Sin embargo, explica que ese estado no se puede conocer. “Estás dormido y soñando, no estás consciente. Lo que tú conoces es el recuerdo de un sueño. Pasó esto y esto y esto. Y lo pones en el tiempo. Cuánto dura un sueño es una pregunta complicada porque en realidad no dura nada, es uno solo pero a veces sientes que dura mucho.
“El sueño –concluye Hiriart– no tiene significado. Está hecho de muchas cosas casuales, que te acuerdas de algo. Azarosas. Si hay azar no puede tener significado. Además, el sueño no lo haces tú ni nadie, se hace porque la mente no deja de funcionar aunque estés dormido. Si despiertas cerca de un sueño te acuerdas de algo.”