San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Desplazados de comunidades de Chenalhó, Ocosingo y Zinacantán, por la disputa del poder en sus municipios, dijeron estar preocupados porque ya vienen de nuevo las elecciones y puede haber más violencia, sin que las autoridades de los tres niveles hagan algo para evitarlo.

Durante un foro político y cultural efectuado en esta ciudad por el segundo aniversario del desplazamiento forzado de 254 personas del ejido Puebla, en Chenalhó, que debieron dejar sus hogares, dijeron haber sido echados por ejercer nuestro derecho de libre pensamiento y no aceptar continuar militando en en el PRI y PVEM.

Agregaron que el Estado no nos protegió de ser desplazados, sino que al contrario, usó a sus grupos armados para asesinar a un compañero, violar a nuestras compañeras, lesionar a compañeras y compañeros y desplazarnos de nuestras comunidades de origen.

Consideraron que el gobierno de Chiapas tampoco cumple con su obligación de garantizar nuestros derechos humanos mientras nos encontramos desplazados, pues se comprometen en minutas de trabajo, pero luego no cumplen o lo hacen a medias; sólo se burlan de nosotros y de nuestras necesidades.

El foro se realizó en la casa donde los 254 indígenas de Chenalhó están refugiados desde hace unas semanas, como resultado de un acuerdo con autoridades estatales. Asistieron representantes y afectados por la misma situación de las comunidades Tenango y Cintalapa, de Ocosingo, y Shulvó, municipio de Zinacantán, al igual que representantes de organizaciones sociales y civiles que apoyan a los afectados.

Hay otras personas, indígenas igual que nosotros, desplazadas en Chalchihuitán y Aldama, que al igual que los afectados del ejido Puebla son desplazadas por el grupo paramilitar de Rosa Pérez Pérez, presidenta de Chenalhó, militante del PVEM.

Anunciaron que hoy a las 10 horas está programada una reunión con representantes de los desplazados y funcionarios del gobierno de Chiapas en el palacio de gobierno.