Alexandra Haas, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), señaló que los próximos comicios podrían ser unos de los con mayor accesibilidad, pues se están tomando las medidas necesarias para que las personas con discapacidad y de la diversidad sexual, tengan las mejores condiciones para votar sin problemas ni limitaciones.

En entrevista con La Jornada, en el contexto del encuentro ¿Qué hacer frente a las elecciones 2018? Desafíos desde el Estado laico y los derechos humanos, organizado por agrupaciones defensoras de derechos humanos y de inspiración religiosa, expuso que el Conapred diseñó un Decálogo para una agenda electoral incluyente para observadores, a fin de que tomen nota de las posibles situaciones de discriminación en el momento de votar.

En este contexto, Hass hizo un llamado a todas las personas que experimenten problemas visuales, auditivos, motrices o que pertenezcan a la comunidad de la diversidad sexual, sobre todo a las personas trans, a que acudan a votar el próximo primero de julio porque se han tomado las medidas necesarias para que las casillas sean accesibles.

Manifiesto ético para un voto informado y razonado

También, integrantes de diversas agrupaciones, entre ellas el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, Católicas por el Derecho a Decidir, Iglesias por la Paz, la Fundación Don Sergio Méndez Arceo, República Laica, la Iglesia Anglicana y el Observatorio Eclesial emitieron un manifiesto ético en el actual contexto político del país, en el cual llamaron a la reflexión colectiva para un voto informado, razonado y acrisolado en la empatía y la fraternidad.

En el documento llaman a sufragar libremente el próximo primero de julio y hacen un llamado a la clase política y económica del país y a todos los sectores de la sociedad a no aplazar más la esperanza de justicia y paz, a no eludir más el compromiso del bien común como eje inspirador del quehacer democrático en lo político, lo social y lo económico en nuestro país.

En el escrito refieren que actualmente proliferan las campañas de odio, las descalificaciones, el despilfarro, la compra de votos, la violación al Estado laico y la configuración a modo de las instituciones electorales, que prefiguran de nueva cuenta elecciones empañadas por el fraude, la corrupción y el intervencionismo estadunidense.