Con la serenidad que lo distingue, Óscar Valdez aprecia la fortuna de no haber requerido cirugía. Sólo tuvo que mantener la boca cerrada, fijada con alambres durante dos meses tras la fractura de mandíbula que le propinó el estadunidense Scott Quigg, en la pelea de defensa del cetro pluma de la Organización Mundial de Boxeo, en marzo pasado en California.

No obstante, señaló que esa contienda, de la que salió victorioso, le sirvió para darse a conocer y demostrar que es un campeón digno.

El dos veces olímpico admite que fue un error aceptar ese combate ante un rival que no cumplió con el peso máximo de 126 libras; que lo hizo para no detener la función y no perder tres meses de preparación específica, pero fue un riesgo, una mala experiencia, y espera que las autoridades sean más estrictas, sobre todo en fijar un límite del excedido el día de la pelea.

Me han dado buenas noticias. La última vez que vi al doctor me dijo que él me ve boxeando a finales de año. Estoy emocionado, porque pensé que iba a ser más tiempo, así que ya empecé a correr, a moverme un poco para no perder esa condición, que en el boxeo se va muy rápido y es muy difícil de recuperar; no quiero esperar mucho para regresar al cuadrilátero, anotó el sinaloense a su llegada ayer a esta ciudad para asistir a la función del décimo aniversario del programa de becarios Ring Telmex, mañana sábado en un foro de Polanco.

Valdez Fierro señaló que en un futuro le gustaría enfrentar al también ex olímpico Abner Mares o a Leo Santa Cruz, quienes pelearán por el cetro de la Asociación Mundial de Boxeo, en poder del segundo.

Otra defensa

Pero primero se concentrará en una defensa más de su título. “Hay muy buenas peleas ahorita en la división. Está la obligatoria ante Carl Frampton y le acaban de quitar el título a Lee Selby. Además, Gary Russel recien derrotó a Joseph Díaz. La división está muy buena ahorita.

A mí también me gustaría enfrentar a Mares, sabemos que es una pelea muy atractiva para el público. Los estilos de Mares y de Santa Cruz son perfectos para una buena pelea, afirmó.

Por lo pronto, confía en un regreso fuerte. Quiero aprovechar mi juventud, porque la carrera del boxeador es muy corta, añadió el púgil, cuyo estilo empieza a ser comparado con el de Érik Terrible Morales, al que aspira, así como el de su coterraneo Julio César Chávez. Desde niño mi sueño fue ser como ellos y lo intento en cada pelea, finalizó