Miércoles 23 de mayo de 2018, p. 25
Guadalajara, Jal.
El secretario del Trabajo de Jalisco, Luis Carlos Nájera, dijo que no hubo amenazas previas al ataque cometido el lunes por la tarde por al menos 20 sicarios en la Zona Rosa de Guadalajara, pero supone que se debió al trabajo de combate (a la delincuencia) cuando estuve al frente de la fiscalía
.
Nájera estuvo de 2007 a 2015 a cargo de la seguridad en Jalisco, al pasar de la administración del panista Emilio González Márquez a la del priísta Aristóteles Sandoval.
Yo tenía una reunión de trabajo, y al ir saliendo entraron dos sospechosos que ubiqué como miembros de la delincuencia. Puse en alerta a mis escoltas; les pedí que cuando saliera tuvieran la camioneta blindada tapando la entrada, y en cuanto salí comenzaron los disparos en contra mía, de mi escolta y de la gente que estaba conmigo
, relató.
La reunión se llevó a cabo en el restaurante de comida japonesa Suntory, en el cruce de Chapultepec y Morelos, un área de intenso movimiento donde abundan bares, comercios y oficinas.
Por fortuna iba pasando una unidad de la Fuerza Única Jalisco cuando venía otro grupo de entre 15 y 20 (sicarios), pero huyeron cobardemente cuando les hicieron frente mis tres escoltas y dos agentes
, agregó.
Nájera entró a su camioneta blindada y sólo sufrió una herida leve en la mano izquierda cuando la unidad fue ametrallada.
El funcionario enfiló hacia el centro de la ciudad, pero los daños al vehículo no le permitieron avanzar más allá de la avenida Federalismo, a menos de tres kilómetros del ataque. Descendí y vine en taxi (a palacio de gobierno)
, dijo.
Fuera del Suntory, los escoltas y los policías siguieron repeliendo el ataque, que duró al menos tres minutos. Las balas alcanzaron en las piernas a dos adolescentes de 14 años dedicadas al comercio ambulante, además de un joven acomodador de autos y un peatón. Tres policías resultaron lesionados.
El secretario recordó que tras su salida de la fiscalía, hace tres años, se fue a vivir a Estados Unidos, y regresó para reintegrarse al gobierno estatal. Debido a sus antecedentes, le asignaron un vehículo blindado y tres escoltas.
Tras el ataque se detuvo a seis presuntos agresores. Policías municipales, estatales y federales buscan al resto, sin resultados hasta ayer por la noche.
El atentado provocó condenas, entre ellas la del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien ayer dijo en Tlaquepaque que lo ocurrido es una prueba más del fracaso
de la estrategia de seguridad del gobierno.