Shanghai.

China bajará aranceles a las importaciones de vehículos y partes, con lo cual permitirá un mayor acceso al principal mercado de coches del mundo, en medio de un alivio de las tensiones comerciales con Estados Unidos.

Las reducciones serán efectivas a partir del primero de julio, informó ayer el Ministerio de Hacienda chino.

Pekín salvaguarda un sistema de comercio multilateral. Disminuir dichos impuestos es un paso importante para expandir la reforma y la apertura, expresó el ministerio en un comunicado.

En el caso de los autos, los aranceles de 25 por ciento aplicados a 135 productos y de 20 puntos porcentuales a cuatro artículos se reducirán a 15 por ciento. Mientras, los impuestos a la importación de 79 piezas de repuesto bajarán a 6 puntos porcentuales, a diferencia de los niveles actuales, que van de 8 a 25.

La disminución tiene el objetivo de incrementar la competencia en la industria para mejorar su calidad y eficiencia, y reducir los precios de los vehículos.

No obstante, el ministerio enfatizó que los impuestos son sólo un factor para fijar los precios de los automóviles.

Además, la decisión implicará un gran impulso para las automotrices foráneas, sobre todo para marcas como la alemana BMW, el fabricante de autos eléctricos Tesla y Mercedes Benz, de Daimler, que podrán estrechar la brecha de precio con sus rivales locales.

La reducción de aranceles sin duda ejercerá mayor presión sobre las marcas chinas, pero Pekín no cejará en continuar su política de apertura, aseveró Dong Yang, subdirector de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (Afach).

China continúa siendo el mercado de autos más grande del mundo en términos de producción y venta desde hace nueve años. En 2017 produjo más de 29 millones y vendió 28.88 millones, de acuerdo con la Afach. Importó más de 1.2 millones.

En tanto, Washington y Pekín se están acercando a un convenio para eliminar la orden estadunidense que prohíbe a empresas de ese país abastecer a la firma ZTE.

El presidente estadunidense, Donald Trump, declaró ayer que el acuerdo probablemente exigirá a ZTE restructurar su junta directiva y pagar una multa de mil millones de dólares o más.

Dos personas dijeron a Reuters que el pacto podría incluir que China elimine aranceles a productos agrícolas importados de Estados Unidos y compre más productos estadunidenses.

La mención de un posible acuerdo en el asunto de ZTE generó una lluvia de críticas del Congreso estadunidense, tanto de republicanos como de demócratas, ante lo cual el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, negó que Estados Unidos haya ofrecido reducir las penalidades a ZTE a cambio de concesiones en el ámbito comercial.