La renuncia de Horace Engdahl es la condición para el retorno a la Academia Sueca de Sara Danius, Kjell Espmark y Peter Englund, integrantes inactivos desde el pasado abril de esa institución.

Él ha estado conduciendo el proceso que llevó a la Academia a una crisis cada vez más profunda, explican en una carta dirigida a Anders Olsson, secretario permanente temporal de esa institución, y entregada a varios diarios suecos, reportó Dagens Nyheter.

Califican a Horace Engdahl de incansable defensor del perfil cultural, como se conoce al dramaturgo y fotógrafo Jean-Claude Arnault, quien es el centro del escándalo en la organización por las acusaciones de 18 presuntas agresiones sexuales, filtraciones de nombres de ganadores del Nobel de Literatura y la sospecha por delitos financieros.

En esta, la peor crisis en la historia de la Academia, los que hemos dejado el trabajo estamos preparados para ayudar en la reconstrucción. Un primer paso debe ser elegir un abogado distinguido en la silla número uno.

Durante la primavera, Danius, Espmark y Englund abandonaron el trabajo en esa organización tras las escandalosas revelaciones, pero no solicitaron la salida formal.

Decadencia moral

Sara Danius, quien precedió a Olsson en la secretaría permanente, dijo al diario Dagens Nyheter: La decadencia moral dentro de la Academia es una tragedia.

Refirió que el encargado de la institución no comentó sus demandas, “pero cree que sólo lo aceptó. Sin embargo, Olsson debería haber enfatizado que quería la amistad entre ellos.

Somos viejos amigos; eso es muy trágico. También Horace lo es. Es admirado como crítico e historiador literario. Para mí es muy triste, pero no veo otra salida, dijo Espmark a ese periódico.

En la misiva expresan: Suponemos que asume su responsabilidad y la coloca antes de cualquier otro interés. Sin esto, es completamente imposible recuperar la confianza en la Academia Sueca o en el Premio Nobel de Literatura.

Además, destacan que según los estatutos vigentes, se requieren 12 votos para el nombramiento de un nuevo colegiado. Y como en la actualidad cuenta con 10 integrantes activos no tiene posibilidad de renovación.

En respuesta, Horace Engdahl rechazó que vaya a renunciar pues su silla, la número 17, es vitalicia, ciertamente en ella moriré, según un correo difundido por la prensa sueca.

No tienen ningún derecho a formular demandas o deseos, pero para los miembros activos restantes de la Academia, su percepción no tiene importancia.

En diversos ámbitos, Sara Danius es definida como una renovadora del máximo galardón de las letras mundiales y de la institución que selecciona a los ganadores, que en años recientes reconoció a Bob Dylan y la periodista Svetlana Alexievich.

A comienzos de este mes, Kristina Lugn, colegiada de la Academia Sueca, difundió que ya se tenían cinco finalistas para el Nobel de Literatura 2018, cuya designación fue aplazada un año (La Jornada, 4/5/18).