Jueves 17 de mayo de 2018, p. 2
Madrid. Fósil de hace 180 millones de años arroja luz sobre cómo algunos antiguos cocodrilos evolucionaron en animales parecidos a los delfines. El espécimen, que presenta una gran porción de espina dorsal, representa un eslabón perdido en el árbol genealógico de los cocodrilos, y fue uno de los mayores depredadores costeros del Jurásico, según los paleontólogos involucrados en el hallazgo.