El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, sostuvo que hasta este momento no ha habido riesgo de que por motivos de seguridad existan regiones donde no pudieran instalarse las casillas para los comicios del 1º de julio. Subrayó que en la primera etapa de capacitación de los funcionarios de casilla, el personal del organismo no enfrentó complicaciones asociadas con la inseguridad del país para cumplir sus objetivos.

Entrevistado al término del Seminario Internacional sobre Redistritación Electoral, Córdova coincidió con el llamado realizado por el titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Alfonso Navarrete Prida, tanto en su convocatoria a partidos, coaliciones y candidatos para mantener niveles civilizados de debate en las campañas como en la condena al asesinato de 16 candidatos a diversos cargos de elección.

Sin embargo, Córdova advirtió que la seguridad no es responsabilidad del instituto; la seguridad es importante y por lo tanto es indispensable que el Estado mexicano siga realizando e intensificando las tareas necesarias para garantizar la paz pública y las condiciones de seguridad para que los mexicanos podamos votar en paz y de manera libre.

Aseveró que hasta ahora hay una importante coordinación entre el INE y la SG en el plano federal, y las instancias locales a escala estatal para garantizar la seguridad, con la premisa de que un contexto de paz pública y de seguridad es indispensable para que la elección se despliegue de la mejor manera posible.

Más adelante señaló que un solo candidato que sea víctima de la violencia es ya una mala noticia para todo proceso electoral. Desde el INE hemos lamentado y condenado la violencia volcada hacia los candidatos, que en efecto son ya 16 los que han sido asesinados. Sin embargo, consideró que frente a los niveles de violencia que prevalecen en el país, el proceso electoral es una ventana de oportunidad para que la sociedad se exprese en las urnas contra esta situación.

Recordó que en las votaciones presidenciales de 1994 se dieron episodios de violencia que tuvieron como desenlace que la ciudadanía acudiera masivamente a las urnas, convirtiendo esa elección en la de mayor participación ciudadana.

El proceso electoral no solamente es un momento delicado de la vida política de la sociedad, sino también es una ventana de oportunidad para que la sociedad se exprese. Señaló que los incidentes registrados hasta ahora durante el trabajo de los 45 mil capacitadores y supervisores electorales son menores.