Viernes 11 de mayo de 2018, p. 18
Las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se encuentran estancadas, al punto que las propuestas de Estados Unidos están claramente encaminadas a desalentar la producción en México para llevarla a aquel país, afirmó ayer Santander México.
Al parecer las negociaciones para actualizar el TLCAN se encuentran estancadas ante la dificultad para llegar a un acuerdo en torno a las reglas de origen del sector automotriz y ante algunos temas donde existe un fuerte diferendo
, consideró el grupo financiero en un reporte publicado ayer.
Durante los próximos días los negociadores deberán resolver una gran cantidad de temas para poder cumplir con la fecha límite del 18 de mayo –con el fin de que sea procesado por el Congreso estadunidense–, añadió.
En el tema del sector automotriz el punto de conflicto es la demanda de Estados Unidos de que una parte de la producción (entre 40 y 45 por ciento) se lleve a cabo en países de salarios altos dentro de la región para calificar con el porcentaje de contenido regional, propuesta que ha sido rechazada por México, recordó Santander.
Dentro de los objetivos del gobierno estadunidense para la renegociación del TLCAN que han generado una fuerte confrontación, mencionó que Estados Unidos plantea elevar el contenido regional de 62.5 a 75 por ciento para promover una mayor producción dentro de la región en general y en Estados Unidos en particular. México ha propuesto definir la tasa en 70 por ciento.
Otro punto en que no hay acuerdo es incluir una cláusula de vencimiento a cinco años, que obligaría a los países miembros a ratificar su permanencia en el tratado, lo que generaría una elevada incertidumbre para las empresas e impediría la planeación a largo plazo.
El gobierno de Estados Unidos busca eliminar el capítulo 19 del TLCAN, lo que impediría a México o Canadá desafiar las declaraciones de dumping o impuestos compensatorios de aquel país.
“Es claro que las propuestas de Estados Unidos están encaminadas a desalentar la producción en México y que las inversiones y el empleo se lleven a cabo en Estados Unidos.
Las demandas de Washington para abrir la posibilidad de terminar el acuerdo cada cinco años y la eliminación de los mecanismos de solución de controversias entre empresas y gobiernos incrementarían el riesgo para que los inversionistas estadunidenses inviertan en México, dado que habría incertidumbre en torno a la continuidad de las reglas del juego dentro del tratado en el mediano plazo y se reducirían las garantías legales para los inversionistas
, advirtió.
Las reglas de origen propuestas por Estados Unidos privilegian la producción automotriz en países de salarios altos (más de 16 dólares por hora), lo que desalentaría la producción de autos en México, ya que no alcanzaría el porcentaje de contenido regional necesario para que los vehículos puedan cruzar las fronteras libres de arancel, añadió Santander.