La atención temprana estimula el cerebro, dice la Unicef
Viernes 4 de mayo de 2018, p. 37
La atención de los menores en la primera infancia tiene un impacto vital
para su desarrollo, desempeño educativo y bienestar en general, afirma el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al destacar que durante los primeros mil días de vida, el cerebro puede realizar entre 700 y mil conexiones por segundo, a un ritmo que jamás se recupera.
Sin embargo, en los países de ingresos medianos y bajos se calcula que 43 por ciento de los niños menores de cinco años corre el riesgo de tener un desarrollo deficiente, debido a la pobreza extrema y al retraso en el crecimiento. A escala mundial, 155 millones de menores de cinco años sufren retraso en el crecimiento debido a una nutrición y una atención sanitaria inadecuadas.
Además, se estima que cerca de 80 por ciento de los niños de dos a cuatro años en estas naciones son objeto habitual de métodos violentos de disciplina, y cerca de 15.5 millones de menores de tres a cuatro años no tienen a ningún adulto que pueda leerles, contarles cuentos o dibujar con ellos
.
En el informe La primera infancia importa para cada niño, el organismo multinacional alerta sobre la importancia de cuidar el desarrollo cerebral de los menores, pues entre la concepción y el inicio de la vida escolar hay una oportunidad decisiva y única de influir en el desarrollo de los cerebros de los niños
.
No obstante, es una oportunidad que estamos desaprovechando
, pues los niños de familias pobres que recibieron estímulos de calidad a una edad temprana lograron ingresos 25 por ciento mayores frente a quienes no tuvieron estos apoyos, pese a ello, los gobiernos sólo dedican menos de 2 por ciento de sus presupuestos educativos a la primera infancia
.
A esto se suma que las condiciones de violencia, maltrato, abandono y las experiencias traumáticas generan altos niveles de cortisol, una hormona que produce estrés tóxico, lo que también limita la conectividad neuronal en cerebros en desarrollo. Pese a ello, cerca de 250 millones de niños en todo el mundo viven en zonas de conflicto, y de éstos, 75 millones tienen menos de cinco años.
Ante los impactos que pueden afectar el desarrollo de los niños durante su primera infancia, el Unicef llama a los gobiernos del mundo a invertir mayores recursos en su atención, pues destaca que la tasa de rentabilidad de los programas de primera infancia pueden llegar a 13.7 por ciento.
Se generan, asegura, mejores resultados en educación, salud, tasas de delincuencia más bajas y aumento de los ingresos.