Madrid.

Millones de trabajadores y organizaciones sindicales marcharon en el mundo para conmemorar el Día Internacional de Trabajo y exigir mejores condiciones laborales y salarios, aunque algunos actos se tornaron violentos, como en Francia y Turquía, donde la policía detuvo a docenas de personas.

En España, más de 70 ciudades fueron escenario de las marchas del Primero Mayo, en las que las consignas unánimes fueron en favor de la igualdad de género y mejores salarios y pensiones, ante las señales de recuperación económica del país, luego de la crisis de 2008.

La policía antidisturbios de Francia lanzó chorros de agua y gas lacrimógeno contra cientos de encapuchados que rompieron escaparates y lanzaron bombas molotov mientras decenas de miles participaban en las movilizaciones contra las reformas que impulsa el presidente Emamnuel Macron. La policía reportó al menos 200 detenidos.

Alemania y Austria también fueron escenario de movilizaciones por el Día del Trabajo, y el papa Francisco declaró que sólo el trabajo da dignidad, no el dinero o el poder.

Más de 100 mil personas salieron a las calles de Moscú para participar en el tradicional desfile del Primero de Mayo, que concluyó en la Plaza Roja con un mitin organizado por la Federación de Sindicatos de Rusia.

En San Petersburgo, la segunda ciudad más importante de Rusia, se unieron a la manifestación oficial miles de jóvenes descontentos con los intentos del Kremlin de reducir la libertad del uso de Internet y los bloqueos al servicio de mensajería Telegram.

En Turquía, la prohibición de las autoridades de que las marchas se realizaran en la plaza Taksim, en Estambul, por motivos de seguridad, provocó duros enfrentamientos con la policía y las fuerzas del orden público. Más de 80 manifestantes fueron detenidos.

Miles de trabajadores marcharon desde el centro de Atenas hasta el Parlamento y la embajada de Estados Unidos, para exigir verdaderas reformas económicas en Grecia y el pago de salarios y pensiones atrasadas.

Manifestaciones similares se llevaron a cabo en Filipinas, donde cerca de 5 mil personas se congregaron cerca del palacio presidencial, en Manila, para protestar por el fracaso del presidente filipino, Rodrigo Duterte, de cumplir con la creación de empleos.

En Corea del Sur, unos 10 mil miembros de sindicatos se manifestaron en el centro de Seúl para exigir un incremento al salario mínimo y la regularización de los empleados que laboran sin contratos y cobran sueldos mucho más bajos de lo que estipula la ley.

En Camboya, cerca de 2 mil trabajadores de la confección se reunieron en un parque de Phnom Penh para expresar su preocupación por las malas condiciones de las máquinas y otras herramientas de trabajo que ponen en riesgo su integridad.

En Sri Lanka, las marchas por el Primero de Mayo se pospusieron hasta la próxima semana por las celebraciones de la fiesta nacional de Vesak (iluminación de Buda), a solicitud de importantes e influyentes monjes budistas.