Una nueva modalidad de robo y fraude contra personas mayores se comete en la Ciudad de México, denunció el Consejo Ciudadano.

Con engaños, personas que se hacen pasar por empleados de instituciones gubernamentales, como la Comisión Federal de Electricidad, el Sistema de Aguas, la Secretaría de Desarrollo Social o el Instituto para la Atención del Adulto Mayor, les ofrecen diversos apoyos.

Una vez que ingresan a sus domicilios, les solicitan el pago de 300 pesos por la nueva tarjeta que requerirán para pagar la luz, lo que es un fraude, o les roban su monedero, celular o pertenencias de valor, mientras van en busca de algún documento solicitado.

En lo que va del año suman seis casos, cifra 157 por ciento mayor a la registrada el año pasado, que sumaron en total siete eventos.

De acuerdo con los reportes recibidos en la Línea Plateada del Consejo Ciudadano, un hombre de aproximadamente 50 años, con chaleco o vestimenta de esos organismos, se presenta en el domicilio a plantear algún problema u ofrece algún beneficio social.

Tras ganarse la confianza de la persona, ingresa al domicilio del adulto mayor, que está solo, normalmente entre las 10 y 14 horas, cuando los familiares se encuentran laborando o en la escuela, y pide dinero para la realización de un trámite.

O bien, aprovecha alguna distracción o necesidad de ir a otra habitación por el documento solicitado para robarle su dinero, algún objeto o su celular, cuyo valor aproximado es de 5 mil pesos, por lo que al darse cuenta de lo sucedido, quedan en un estado emocional inestable.

El Consejo Ciudadano precisó que en ninguno de los casos se ha presentado violencia física, pero se alteran, porque saben en gran medida el riesgo que vivieron al dejar pasar al delincuente a su casa, que en varios casos coincide su media filiación.

La lejanía de los lugares donde se han registrado los robos o fraudes “impide pensar que se trata de una sola persona, aunque no es imposible, como tampoco que el autor material lo haya platicado con otra persona y apliquen el mismo modus operandi”, comentó.

Las víctimas, sin embargo, dijo, se niegan a denunciar ante el Ministerio Público por temor a acudir a esos lugares y/o al riesgo de que la persona involucrada salga libre, porque no se trata de un delito grave, aunque habría la causal de que son un sector vulnerable.

Ante ello, invitó a los ciudadanos, personas mayores y familiares a no dejar ingresar al domicilio a ninguna persona cuyo servicio no se ha solicitado, incluso si ofrecen apoyos gubernamentales; y no entregar documentos oficiales o dinero a cambio de un apoyo.

Recordó que pueden verificar con la institución involucrada si la persona trabaja ahí o en la Línea Plateada 5533 5533 y, en caso de sentirse intimidados, cerrar la puerta y pedir el apoyo de una patrulla al 911.