Efectivos del Ejército aseguraron un arsenal en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y liberaron a una familia que estaba secuestrada. En cuatro diferentes operativos, los militares incautaron 206 armas largas, 14 cortas, dos fusiles Barret (de defensa antiaérea), un lanza cohetes, nueve lanzagranadas, 5 mil 468 cargadores y 185 mil 939 cartuchos.

De acuerdo con información obtenida por funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional, el armamento pertenecía a integrantes del llamado cártel del noreste (CN), una escisión de Los Zetas, organización que en marzo pasado atacó a integrantes de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) y que dejó cuatro muertos (tres de ellos integrantes de una familia) y un marino, así como 13 personas más gravemente heridas.

En ese enfrentamiento los integrantes del CN utilizaron cohetes y armas calibre 50 (con capacidad para penetrar blindaje y derribar aeronaves); durante los operativos del Ejército se localizó evidencia de que este armamento pertenecía a ese grupo que sostiene disputas territoriales con integrantes del cártel del Golfo y otras células de Los Zetas, principalmente la denominada La Vieja Escuela.

Nuevo Laredo está considerada dentro de las 50 comunidades más violentas del país y Juan Gerardo Treviño Chávez, El Huevo, ha sido identificado como líder del CN.

De acuerdo con reportes oficiales, los resultados de los cuatro operativos constituyen un aseguramiento histórico por la cantidad de armas y la capacidad que representa para una organización delictiva.

Además, en los inmuebles asegurados también se localizaron cuatro cañones para fusil, granadas de mano, otras de gran poder explosivo, 33 cohetes y 13 tubos de carga explosiva.

También fueron asegurados tres presuntos delincuentes, se liberó a tres menores y dos adultos que estaban secuestrados y se decomisaron 141 kilogramos de metanfetaminas.

Entre el armamento se localizó un rifle de asalto AK-47 bañado en oro y equipo táctico (chalecos antibalas y uniformes tipo militar) con leyendas que los hacían parecer como integrantes de las fuerzas armadas, similares a los que emplearon durante el ataque a marinos en marzo pasado.