José Antonio Meade, candidato de la coalición Todos por México (PRI-Verde-Nueva Alianza), aseveró que llegará al 1º de julio rayando el caballo. Madrugando todos los días, aseguró, alcanza para ganar.

En contraparte, dijo que Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de Morena, sólo ofrece riesgos al país, aleja la inversión y destruye el empleo.

Este sábado, Meade encabezó dos reuniones en las que abundaron las frases alentadoras –de él y de sus simpatizantes– para remontar y ganar la contienda.

Primero, en una reunión con productores agropecuarios, el coordinador de la estrategia para el campo de la campaña de esta coalición, Jaime Almonte, le informó que más de 250 organizaciones de la sociedad rural respaldan su proyecto de gobierno, y subrayó que, aun en contra de todas las encuestas, van a llevar a Meade a la Presidencia.

Al tomar la palabra, el candidato les pidió echar agallas para ganar esta elección que, si bien es difícil y competida, el chiste es la oportunidad.

Decíamos ayer en un lienzo charro: vamos a llegar el 1º de julio rayando el caballo. No sé si era la mejor metáfora o no, pero la verdad es que se ve a toda madre cuando llega ese caballo rayando a la meta, y así nos vamos a ver nosotros el 1º de julio. Vamos a ganar porque tenemos que hacerlo, expresó.

Del desayuno con los productores se trasladó a la sede de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), bastión del sector obrero del PRI, donde lo esperaban varios cientos de trabajadores.

En el estrado del auditorio estuvo el jefe de la campaña, Aurelio Nuño; David Penchyna, director del Infonavit; Enrique Ochoa, presidente del tricolor; Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del partido; Mikel Arriola, candidato al Gobierno capitalino, y, por supuesto, los anfitriones, encabezadas por Carlos Aceves del Olmo, número uno de la lista plurinominal del PRI al Senado.

El líder cetemista –de 77 años–, aún convaleciente, dijo a Meade: Le rei­teramos que sí va a poder y si no puede, nosotros lo empujamos para que pueda.

Calificó al ex titular de Hacienda de estadista capaz de sacar adelante al país sin locuras, sin payasadas.

Luego hablaron Claudia Esqueda, de la federación cetemista en la Ciudad de México, y Fernando Salgado, secretario de Acción Política de esta central, quien apuntó que sólo les irá mal en esta campaña si bajan los brazos, pero en la CTM no bajamos los brazos jamás.

Cinco meses después del destape como virtual candidato del tricolor, Meade pidió de nuevo el apoyo a los animados cetemistas que aderezaron las porras con batucada, matraca y confeti.

Los instó a entregar el alma, a salir a convencer a la gente, para terminar bien lo que juntos iniciaron el 27 de noviembre pasado –y los días subsecuentes al destape–, cuando el primer candidato presidencial del PRI no militante de este partido, les pidió hacerlo suyo.

Convencer a la gente, agregó, de que sólo hay dos opciones en la boleta: una que genera confianza y certidumbre para la inversión y el empleo, y otra de riesgos.

Cuando Andrés Manuel llegó al gobierno capitalino, dijo, se invertían 10 mil millones de dólares y cuando concluyó el cargo se invertía poco menos de la mitad; igualmente de 5 mil 500 empleos generados cada mes, al término de esa gestión sólo se generaban 270 empleos. No queremos en el país a alguien que destruye in­versiones, alguien que destruye em­pleos, advirtió.

Meade cerró su jornada de ayer en reunión con el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, a quien agradeció su respaldo. La semana pasada el mandatario manifestó su apoyo a la candidatura priísta.