Madrid.

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Pamplona contra la sentencia que el pasado jueves emitió la Audiencia Provincial, que condenó a sólo nueve años de cárcel y al pago de una indemnización de 50 mil euros a cinco hombres que violaron a una mujer de 18 años en julio de 2016.

La protesta criticó la justicia patriarcal y acusó tanto a jueces, leyes y fiscales de formar parte de un sistema injusto y machista, que minimiza los delitos sexuales contra las mujeres.

En la localidad de Pozoblanco, otra víctima de esos hombres, quienes se hacen llamar La Manada –vejada y agredida en mayo de 2016, sólo dos meses antes de lo ocurrido en la fiesta de San Fermín–, rompió su silencio en el periódico digital El Español. Advirtió que seguirá adelante con una denuncia que presentó. Voy a llegar hasta el final con el juicio. No quiero hundir a nadie, pero sí que se haga justicia. La chica de Pamplona no está sola. Yo estoy a su lado, subrayó.

Pamplona tiene sólo 200 mil habitantes y la marcha reunió a 35 mil, según la policía municipal. La caravana recorrió las calles para expresar su apoyo a la joven violada tumultuariamente durante las fiestas de San Fermín de 2016. Aquel 6 de julio, la joven fue llevada por La Manada al portal de un edificio donde todos ellos participaron repetidamente en la violación, hecho que fue filmado y fotografiado por los victimarios. La joven no opuso resistencia por miedo a ser asesinada, cosa que la audiencia usó para descartar el delito de violación contra los perpetradores, a los que acusó sólo de abuso sexual, porque la joven no se defendió.

Uno de los jueces dijo que el video sobre la violación mostraba sexo en un ambiente de jolgorio y regocijo, lo que provocó la indignación no sólo de buena parte de la población, sino de partidos políticos y líderes sociales. Hubo unanimidad, tanto en la derecha como en la izquierda, en considerar que la sentencia es a todas luces injusta.

Por tercer día consecutivo hubo una marcha multitudinaria en Pamplona, que recorrió la ciudad y finalizó a las puertas de la Audiencia Provincial, bajo el lema No es abuso, es agresión: nosotras te creemos. Durante la marcha, como se ha venido repitiendo desde la sentencia, se gritaron consignas contra la justicia patriarcal, contra el machismo y se lanzaron mensajes de ánimo a la joven agredida, cuya identidad permanece en el anonimato: Hermana, no estás sola. Nosotras te creemos, se repetía sin cesar durante la protesta.

Antes de la manifestación la parlamentaria regional Tere Sáez advirtió que la sentencia recoge bien los hechos, pero luego no es capaz de llamarlo agresión sexual, lo que es. La violencia sexual no se considera violencia machista, así que hace falta una ley específica que modifique el código y entienda lo que es la libertad sexual para las mujeres. Además, los jueces tienen que formarse. No vale saber sólo jurisprudencia, tienen que saber de igualdad y género, advirtió.

Uxua Álvarez, del Movimiento Feminista de Pamplona, expresó que la sentencia contra La Manada es un ejemplo de la violencia patriarcal que sufrimos las mujeres. No hay que poner el foco sólo en esta agresión, porque esto pasa todos los días y se invisibiliza.