El 17 de septiembre próximo se instalará la primera legislatura del Congreso de la Ciudad de México, lo que pondrá fin a una era de 30 años de órganos que sólo emitían disposiciones reglamentarias (Asamblea de Representantes, 1988) y con facultades acotadas para emitir leyes (Asamblea Legislativa, 1994).

La elección de diputaciones al primer Congreso local enfrentará en las campañas, que comienzan hoy, a los dos partidos de izquierda, que a partir de los resultados de la elección de 2015, son primera y segunda fuerzas políticas en la capital: Morena y PRD, ambos en condiciones inéditas al estar coaligados con partidos de derecha; competir en un nuevo marco geográfico en el que se suprimieron siete distritos uninominales de los 40 prestablecidos y con un PRI que compite en solitario en cuarto lugar en las preferencias.

En este escenario, tanto Morena con el PT y PES en la coalición Juntos Haremos Historia, como el PRD con el PAN y Movimiento Ciudadano en Por la Ciudad de México al Frente, aspiran a obtener las 33 diputaciones de elección directa y alcanzar altas votaciones para sumar el mayor número de los 33 puestos restantes de representación proporcional.

El PRI se propone obtener al menos ocho diputaciones, pero ante la suma de votos que podrían obtener las dos coaliciones, su panorama pinta más bien para repetir su experiencia de la elección de 2012, en la que aun en alianza con el PVEM, no ganó un sólo distrito uninominal y legisló sólo con los representantes plurinominales que se le asignaron.

Recorte y reagrupaciones

Por la redistritación efectuada con el fin de recortar a 33 el número de diputaciones de mayoría relativa en la Constitución Política de la Ciudad de México, la delegación Iztapalapa pasó de tener ocho distritos uninominales a siete, Gustavo A. Madero de cinco a cuatro, Cuauhtémoc de tres a dos y dejó de compartir uno con Miguel Hidalgo, que a su vez continúa con dos, pero comparte ahora con Azcapotzalco y Álvaro Obregón, pasó de cuatro a tres distritos y mantiene uno parcial con Cuajimalpa.

La compactación de los otros tres distritos implicó ampliar la extensión de los que permanecen, por lo que un mayor número comparte más de una demarcación territorial, como Coyoacán con Benito Juárez, Venustiano Carranza con Iztacalco y Tlalpan con Xochimilco.

El consejero electoral Yuri Gabriel Beltrán Miranda, presidente de la Comisión Permanente de Organización y Geoestadística Electoral del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), explicó que el promedio de ciudadanos por cada distrito es de 202 mil, salvo Xochimilco que quedó con dos secciones de 215 mil y 212 mil, y aseguró que en este ejercicio de redistritación no hubo manera de favorecer o perjudicar a un partido político, como ocurre en algunos países donde es factible que mediante el Congreso el partido dominante tienda a agrupar a sus correligionarios con el fin de ganar con la mínima diferencia.

No descartó que sí se complicó la estrategia electoral de los partidos que ya tenían definidas sus estructuras a partir de la distritación anterior, como ocurrió con el mismo IECM que debió, por ejemplo, cerrar y reubicar oficinas distritales.

Bajo la configuración anterior, en la elección de 2015, Morena obtuvo 17 distritos, PRD 15, PAN cinco y PRI tres.

Morena irrumpió hace tres años en la competencia electoral de 2015 cuando ganó en forma solitaria 17 de las 40 diputaciones de la Asamblea Legislativa, tres más que el PRD, aunque fue mayoría en otros cuatro distritos uninominales donde la alianza perredista con otras fuerzas políticas le dio al partido del sol azteca los votos suficientes para adjudicarse la diputación.

Su posición como primera minoría en el órgano de gobierno legislativo se opacó a partir de que el PRD se alió con PAN, PRI y el resto de los partidos minoritarios para ejercer lo que Morena llamó una mayoría artificial para repartirse comisiones, cargos administrativos y sacar algunas reformas y leyes polémicas, como las del sistema local anticorrupción.

Esta alianza legislativa devino en la coalición electoral Por la Ciudad de México al Frente a la que se enfrentará Morena en esta elección, pero que a decir de César Cravioto Romero, coordinador del grupo parlamentario en la última Asamblea Legislativa y vocero de la candidata a la jefatura de Gobierno de su partido, Claudia Sheinbaum Pardo, la fuerza electoral de los tres partidos no es determinante para darle una ventaja significativa.

Conforme a las cifras de la pasada elección, la suma de votos del PAN y MC permitiría al PRD recuperar distritos que perdió en Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco, Coyoacán y disputar los de Tlalpan.

Romero asegura que hay varios factores a favor de Morena, como captar el voto inconforme de los panistas que no ven en Alejandra Barrales a su candidata a la jefatura de Gobierno y lo mismo de perredistas que no votarán por Ricardo Anaya para la Presidencia; a que en 2015 muchos electores apoyaron al PRD pensando que Morena era parte del partido y hoy ya no existe esa confusión; que en su alianza con el PT y PES éste último mantenga su votación promedio de 5 mil votos por distrito y sin duda a la fuerza de los candidatos a la Presidencia y la jefatura de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador y Sheinbaum Pardo, pero advirtió a sus candidatos a las diputaciones que deberán hacer un trabajo intenso y atajar la coacción y la compra del voto.

Previsiones ganadoras

Raúl Flores García, vicecoordinador del grupo parlamentario del PRD, presidente del partido en la ciudad y vocero de la candidata a jefa de Gobierno, Alejandra Barrales Magdaleno, indicó que la proyección de su partido de ganar en coalición con el PAN y MC la mayoría en el Congreso es no sólo por la rentabilidad electoral de los tres partidos, sino por la calidad de los perfiles de sus candidatos.

El coordinador de los asambleistas del PAN, Jorge Romero Herrera, agregó que en este acuerdo su partido ganará en 11 distritos, los 10 que postuló con el Frente, así como el quinto que comparten Azcapotzalco y Miguel Hidalgo, en el que van en solitario por estrategia electoral.

Si bien admitió que la candidatura de López Obrador puede tener impacto en la ciudad, aseguró que hay entre 16 y 18 por ciento de indecisos que no tienen como opción al morenista, sino a Anaya o al priísta José Antonio Meade, y que aseguró que 100 por ciento de ellos terminarán votando por los candidatos del Frente.

En 2015, el PRI ganó los distritos que corresponden a Milpa Alta, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, y aunque en este último fue segunda fuerza, detrás de Morena, los votos del PVEM le dieron la diputación. Este año, la suma de sufragios de una u otra coalición difícilmente le permitirá conservar los tres distritos, no obstante el coordinador de los diputados locales del partido, Israel Betánzos Cortés, asegura que, con certeza, podrían ganar ocho de los 33 a partir de convencer a los ciudadanos de que volteen a ver las propuestas y las personas postuladas por su partido.

Admitió que debieron formalizar en la ciudad la coalición con el PVEM y Nueva Alianza a los que se alió para competir por la Presidencia, pero al final decidieron ir separados y esto se compensó postulando, insistió, a los mejores candidatos.