Sólo 40% de la población está protegida para su vejez: expertos
Jueves 26 de abril de 2018, p. 35
El Sistema de Ahorro para el Retiro en cuentas individualizadas no existe para el 60 por ciento de la población que está en la informalidad, por lo que no cuenta con un sistema que le permita ahorrar hacia el futuro
, señaló Miguel Santiago Reyes Hernández, académico del Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
El problema se agravará en los próximos años, pues nuestra nación “va a pasar de ser una que tenía un bono demográfico, es decir, donde la mayoría era joven, a ser uno donde la mayor parte serán adultos jóvenes y adultos mayores.
Para 2030, año en que se comenzarán a sentir los resultados de la Ley del Seguro Social (pensiones) de 1997, casi 20 por ciento de la población tendrá más de 65 años.
Reyes Hernández, explicó que antes de 1973, la legislación del Instituto Mexicano del Seguro Social era solidaria, es decir, que los trabajadores formales cotizaban en un fondo común solidario, y cuando se jubilaban, lo que se podía hacer a partir de 25 años de trabajo, lo hacían con un porcentaje de su salario, independientemente de que ahorraran o no.
Con las modificaciones a esa ley en 1997, el sistema de ahorro dejó de ser colectivo y se volvió individualizado; hoy cada trabajador es responsable de ahorrar un porcentaje de su salario, cercano a 5 por ciento (parte de ese dinero se incluye en un fondo para la vivienda), y el monto total ahorrado será lo único que obtendrá cuando decida jubilarse.
En un comunicado, dijo que aquellos adultos mayores que no cuenten con ahorro para el retiro –debido a que tienen seguridad social, que entre otras temas brinda atención médica– estarán en la más alta vulnerabilidad, en la total precariedad y a expensas de transferencias gubernamentales, como las pensiones de adultos mayores no contributivas que dan los gobiernos federal y estatales.
Se está destinando a esta población a la más alta vulnerabilidad y pobreza en su vejez, durante la cual tendrá que sufragar gastos catastróficos para sostener su vida
, dijo el especialista, quien explicó que un adulto mayor tiene necesidades específicas que requieren satisfactores distintos a personas más jóvenes, principalmente en el tema de atención a la salud.