Soy un sobreviviente, pese a todo, afirmó Mateo Lafontaine, creador de Década 2, grupo pionero de la música electrónica en México en los años 80. Después de 33 años en los escenarios, el músico y diseñador habló sobre la historia de este género, en cuya época de auge veía hacía el futuro y no al pasado, como ahora lo hacen las nuevas generaciones.

Década 2 tocará el próximo sábado 28 de abril junto con la banda belga Front 242, los británicos Gary Numan, The Horrors, Black Line, Luke Vibert, el estadunidense Richard Divine y el dueto japonés Nonotak en el festival Control Fest 0.1, en el Pepsi Center.

Década 2 se fundó en 1985. En la escena mexicana fue contemporáneo de LLT, Size, Decibel, Artefakto y Cenobita, bandas de rock que añadieron ritmos de electrónica en sus composiciones, algo muy de vanguardia para su tiempo. Pero Mateo –en colaboración con Carlos García– mantuvo el proyecto apegado los sintetizadores y cajas de ritmos, que usa desde que tenía 15 años, bajo la influencia de Kraftwerk, Numan, Front 242 y Throbbing Gristle entre otros.

“Yo vengo de una “vieja escuela’, que de entrada sale del rock, y no precisamente de la música disco, sino de los avances y cruces del rock, punk e industrial formulados en los 60 y 70. Digo vieja escuela entre comillas porque nunca ha muerto: nuestra generación sí formó grupos, sí tocamos y cantamos en vivo, sí somos parte de la historia de la música”, enfatizó La Voz de Década 2.

La esencia de la generación de músicos de electrónica a la que pertenece, explica, es parte de tres estructuras: la ejecución musical en vivo; los ideales políticos, y las artes vanguardistas del siglo XX, que van desde el dadaísmo hasta el constructivismo ruso, desde la literatura hasta el cine.

Muchos de sus conciertos comenzaban con el himno de la Internacional Socialista e incluyeron perfomances en favor de las libertades políticas, ideológicas, el aborto o las preferencias sexuales, lo cual los llevó a ser señalados de neonazis.

Mateo Lafontaine, La Voz de la agrupación mexicanaFoto cortesía del artista

Lafontaine también ha apoyado a distintos tipos de movimientos estudiantiles, de izquierda o a causas revolucionarias en otros países, como propaganda para el Frente Democrático Revolucionario de El Salvador y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional durante la guerra civil en El Salvador (1980-1992).

Agregó que para desarrollar trabajo como músico de conservatorio se debe estudiar música y composición, síntesis de sonidos, ingeniería de audio y programación.

Actualmente la música electrónica cayó en la banalidad, pues se piensa que es estrictamente para bailar o que de manera rigurosa necesitas pertenecer a un círculo social para acceder a ella. Siempre ha existido ese mito espantoso de que la música electrónica es implemente pulsar un botón y dejar que los ritmos se reproduzcan, algo que nos dejó un estigma, señaló.

Criticó: “Nosotros no ponemos memorias usb, ni discos con música armada; tampoco necesitamos unos tenis muy mamones ni audífonos enormes para fantochear. Siento que mucha de la música electrónica contemporánea es desechable, banal, sin sentido, sin definición. Por eso nos llamarán ‘vieja escuela’, pero a mí si me gusta tocar en los escenarios, sudar y entregarme al público”.

Como diseñador, es autor de la imagen de Década 2, en la que mezcló varios símbolos identitarios de la cultura mexicana. Trabajó para cadenas como Televisa, Sabritas y Coca-Cola; a esta última la prefirió por el color rojo en su etiqueta.

En 2016 publicó su primer disco: The Vox vol.1 1985-1989. Lafotaine, músico independiente y alejado de las disqueras monopólicas, relató que este compendio lo publicó para el 30 aniversario de Década 2, bajo el apoyo de la Fonoteca Nacional, tras la muerte de uno de sus principales mentores, Jesús Bojalil, mejor conocido como Capitán Pijama, quien le aconsejó: Debes sacar un disco, no seas necio.