Arturo Brizio Carter, titular de la Comisión de Árbitros de la Federación Mexicana de Futbol, precisó que la reunión en la que el silbante Adalid Maganda asegura haber recibido insultos racistas ocurrió el 20 de marzo, pero jamás, jamás, existieron esos agravios. En su momento él no dijo nada. Pero digamos que se los guarda un mes y hasta cuando se le notifica su baja sale a decir que fue por temas racistas.

Brizio, quien lleva 10 meses en el cargo y se define conciliador por naturaleza, indicó que recibió sobrepoblación de árbitros en la Liga de Ascenso. “En casi cuatro años no hubo bajas y lo único que las comisiones (anteriores) e instructores decían a cada uno es ‘tú sigue trabajando’, y no se vale, hay que decirles la realidad: ‘tienes capacidad especial para esto o no la tienes’.

“¡Hay 26 árbitros para ocho partidos!, es una herencia que recibí y, aunque quisiera, es imposible asignarles encuentros a todos. Entonces, lo que hice fue prometer verlos a todos.

“Tuvieron la oportunidad, salieron a Copa Mx, a la liga, y con base en su desempeño se hizo la evaluación para reducir el número. A Maganda no le alcanzó la calificación; él dice que las comisiones anteriores lo protegieron, bueno, pues en efecto, lo debutaron en primera división y se quedó con ese partido nada más, sus números no le dan para continuar.

Precisó que su objetivo es que piten los mejores. “Damos un servicio, nuestros clientes son los equipos y no podemos mandarles a cualquiera, sino a los más aptos, y eso se gana semana a semana, en la cancha, con calificaciones y observaciones, y con el tema físico, que es muy importante.

Se los dije desde el primer día. Todo lo demás es perfectible, el peso, exceso de grasa, lo podemos mejorar, pero en lo que puntualicé que iba a ser intransigente es en el tema físico, y Adalid, con todo respeto, reprobó una prueba física, y ojo, no se lesionó, sino que reprobó porque no hizo el trabajo necesario para pasarla.

Subrayó que la baja de Maganda “fue un tema deportivo absolutamente y no veo dónde pueda estar el tema racial, lo cual es muy delicado y tengo que manifestar lo que a mi interés conviene, porque yo mañana dejaré de ser presidente de la Comisión de Arbitraje, pero en mi trayectoria, en mi vida –con amigos, empleados y jefes de toda índole– jamás he tenido un conflicto de esa naturaleza.

“Es la palabra de él contra la de nosotros; en esa reunión del 20 de marzo estuvimos cuatro personas, incluido Adalid, y esa frase que acusa (‘pinche negro’) jamás existió, así que si quiere una disculpa pública de algo que no pasó, pues es imposible. ¿Reinstalación?, esto no es una chamba, la capacidad es lo que pone a cada quien en su puesto”, expuso.

Brizio no cree que Maganda haya elaborado una acusación por sentirse acomplejado, porque “es buen chico, él mismo hacía bromas del tema de que es negrito. Pero al final es un ambiente muy especial, padre, pero muy especial.

Tengo a mi cargo 650 árbitros, todos con personalidades diferentes. Lo más difícil es manejar egos y el arbitraje está lleno de egos; no obstante, sé dialogar. Hubo una situación complicada, como fue el paro arbitral, pero ahora, con mucha comunicación, hemos logrado que el grupo marche razonablemente en la misma vía.

Reconoció el derecho de Adalid de hacer lo que crea conveniente; empero, abrió una puerta: él podrá más adelante sumarse a otras funciones dentro del arbitraje (...) Podemos platicar y vemos qué procede. Soy un tipo conciliador, concluyó.